El régimen de Daniel Ortega reanudó este fin de semana las visitas familiares para los presos políticos cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», en Managua, tras continuos llamados urgentes de las familias que pedían una «prueba de vida» de los detenidos a quienes no veían hace 84 días.
Familiares de varios reos políticos confirmaron a Artículo 66 que las visitas iniciaron este sábado, 19 de noviembre, y continuarán el domingo 20. Un primer grupo de familiares fue notificado en horas de la noche del viernes, un día antes de la visita. Un segundo grupo recibió la llamada esta mañana para visitar a su pariente detenido el día domingo. Otros están a la espera de la confirmación.
La última vez que los dirigentes gremiales fueron vistos fue entre el 26 y 28 de agosto. En ese entonces, el periodista deportivo Miguel Mendoza anunció que iniciaría una huelga de hambre en protesta para lograr ver a su hija de ocho años. La dictadura no le permite ningún tipo de comunicación a padre e hija desde junio de 2021, cuando ordenó el arresto arbitrario de Mendoza. El cronista podrá ser visitado este día por onceava ocasión en más de un año de encierro.
Organizaciones de derechos humanos y familiares de los presos políticos han denunciado que la prolongada incomunicación a la que son sometidos los reos constituye un mecanismo de tortura, «principalmente por el severo daño psicológico y emocional».
«Tememos por sus vidas y por las condiciones inhumanas en que los mantienen», declararon las familias en un comunicado emitido hace cuatro días. En el mismo reiteraron su demanda de tener visitas cada 15 días como lo ordena la ley, «con presencia y participación de hijos e hijas menores y/o con necesidades especiales; así como acceso a llamadas telefónicas, videollamadas y correspondencia como fotografías, dibujos y cartas, que incluyen a familiares en el exterior».
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Según la organización de Personas Presas Políticas de Nicaragua, al mes de septiembre el régimen mantenía a 50 personas encarceladas en «El Chipote» de las 209 cautivas hasta ese mes. El número de presos políticos habría aumentado a las puertas de las cuestionadas elecciones municipales, realizadas el seis de noviembre, debido a la detención arbitraria de más 60 opositores, de los cuales 41 permanecen en prisión, indicó el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
El exsacerdote Edgard Parrales, que se encuentra bajo casa por cárcel, cumplió 80 años el miércoles, siendo el preso político más longevo en Nicaragua. En las últimas semanas, el régimen decidió regresar a las cárceles de «El Chipote» al excanciller Francisco Aguirre Sacasa, de 76 años, y al expresidente del Cosep José Adán Aguerri, de 60 años, sin ninguna justificación.