Tras cumplirse cuatro años de la rebelión cívica de 2018, defensores de derechos humanos en Nicaragua afirman que ha sido un reto «batallar» para intentar «defender» a centenares de personas presas políticas del régimen de Daniel Ortega.
Las trabas legales, la impunidad imperante y la sumisión de los Poderes del Estado no dan tregua para que su trabajo cumpla con su propósito: lograr por la vía judicial demostrar la inocencia de los detenidos por motivos políticos.
En entrevista con Artículo 66, los abogados Yonarqui Martínez, Maynor Curtis, José López y Pablo Cuevas coinciden que con ese panorama la defensa derechos humanos se ha convertido en un reto.
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Para Yonarqui Martínez, desde el 2018 hasta este año «la situación en el país ha venido cambiando debido a que la agresión en contra de los nicaragüenses se ha intensificado».
«El defender derechos humanos es un trabajo muy cansado en cuanto a la falta de personal, porque no somos muchos, ya que empezamos pocos —y en la actualidad— quedamos pocos (por la represión y el exilio)», señaló.
Víctima de constantes agresiones
Martínez, por su trabajo, ha sido objeto de una serie de agresiones por parte de la Policía y paramilitares al servicio del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«Sufrí disparos en «El Chipote» (Dirección de Auxilio Judicial e Managua); en las cuatro esquinas de Carazo me pusieron armas en la cabeza y a medida que venían pasando los años las amenazas se daban de diferentes modalidades, por ejemplo multas vehiculares injustificadas. No podemos salir libremente a lugares públicos», denunció.
En cuanto a las leyes aprobadas por el Gobierno de Ortega, la abogada dice que el 2021 fue un año muy difícil porque la justicia sandinista comenzó a utilizarlas en contra de defensores, periodistas y opositores con el fin de violentar sus derechos.
«El año pasado (2021) fue apresada la colega —y actual presa política— María Oviedo. Ya no es tan solo la amenaza, la persecución, sino que ahora se condena el derecho de defender derechos humanos».
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«Ahora mismo estamos silenciados por ley, porque no podemos hablar mucho los que defendemos presos políticos, porque ya somos apresados. La situación se torna más difícil en Nicaragua por la falta de respeto de la entidad gubernamental hacia nuestro trabajo profesional, ya que se nos criminalizan», agregó.
Indicó que esos cuatro años de resistencia han sido «llenos de espinas, pero de vos depende detenerte o seguir la marcha. No es un camino fácil, pero llena de coraje el hecho de saber que estás defendiendo a una persona inocente».
Atropellos a las leyes
Por su parte, el abogado Maynor Curtis, quien actualmente lleva 18 casos de presos políticos, destaca que la situación más difíci que se vive como defensor de opositores es la limitante que tiene para poder poder defenderlos porque en muchas ocasiones no tienen la oportunidad de conversar con los detenidos.
Curtis asegura que defender a «personas desconocidas» lo ha marcado, «porque ponen la confianza en mí como defensor, independiente de la situación que ellos están viviendo».
«En estos cuatro años no todo ha sido resultados adversos, recuerdo a ochos muchachos en Juigalpa que fueron declarados no culpables por un tribunal de jurado; otro caso similar es el de Dorlin Montenegro, originario de Chinandega donde el juez lo declaró culpable, pero el tribunal de jurado los declaró no culpables, eso fue gratificante porque el pueblo sabía la inocencia de mi defendido», mencionó.
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En cuanto a la represión contra defensores de derechos humanos, Curtis sostiene que hasta el momento no ha sido víctima del hostigamiento por parte del régimen de Ortega, «pero algunos colegas sí se han quejado, por lo que se han visto obligados a exiliarse».
Abogado José López: «Defender de derechos humanos es un apostolado»
Mientras el abogado José López, de «Defensores del Pueblo», afirma que esa labor se ha convertido en un «apostolado» porque no han recibido ayuda económica de ningún organismo externo.
«Como Defensores del Pueblo lo que hacemos es tratar de que se respete la ley, es por eso que hasta la fecha de hoy hemos interpuesto alrededor de 16 recursos, tanto de amparo como de inconstitucionalidad por la Ley de Amnistía, Ley de Ciberdelitos, Ley de Agentes Extranjeros, Ley Soberanía, reforma al Código Procesal Penal, entre otros», indicó.
En el marco de las manifestaciones de 2018, López remarca que como defensores de derechos humanos han sufrido una serie de situaciones hostiles. «Yo recuerdo que cuando la Policía detenía a jóvenes que protestaban, yo me acercaba para preguntarle sus datos personales y en una ocasión me quebraron dos cámaras de video. Creo que los derechos humanos son universales sin ningún tipo de color político».
Pablo Cuevas: «No estamos lejos de que ocurra algo similar al 2018»
Hasta el momento, defensores de presos políticos han tomado la decisión de exiliarse debido al hostigamiento por parte de la dictadura de Daniel Ortega, el más reciente caso fue el del abogado y exejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) Pablo Cuevas.
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El defensor aduce que «no está lejos de que ocurra una situación similar a la vivida en el 2018, porque la represión desatada por el Gobierno Nicaragua ha ocasionado que la ciudadanía se rebele y defienda sus derechos».
«Actualmente hay una situación precaria con relación a los derechos humanos, creo que solo es falta de tiempo para que ocurra otra situación de la vivida hace cuatro años. Hay muchos que creen que el hecho que no hay guerra significa que hay paz, pero la crisis que vive el país llevará a los ciudadanos a decir basta», adelantó.