[vc_row][vc_column][vc_column_text]Esta mañana, el obispo auxiliar de Managua, Silvio José Báez, celebró una eucaristía en conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos. Dirigentes de diversas organizaciones de la sociedad civil asistieron a la misa.
Durante la homilía, monseñor Báez criticó fuertemente a la sociedad en general y a los grupos de poder que —según el obispo— están interesados en producir ciudadanos apáticos, ignorantes y sin libertades individuales.
«Hoy vivimos, lamentablemente, en una sociedad interesada en producir paralíticos. Hay personas y grupos de poder comprometidos en mantener a las personas con parálisis mental, en donde la ideología dominante trata de evitar a toda costa que las personas piensen con libertad, se eduquen con excelencia, se informen con objetividad y disciernan con profundidad moral», recalcó el líder religioso.
Hay miedo en Nicaragua
De igual manera, Báez criticó el miedo que se vive en Nicaragua —y que deriva en apatía y silencio— señalando, de manera directa, las violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército de Nicaragua, que, hace un mes, masacró a una familia en La Cruz de Río Grande y aún no da explicaciones.
«Existe la parálisis del miedo. Hay muchas personas que están paralizadas por el miedo, incapaces de alzar la voz o de manifestar su indignación ante la injusticia y los abusos de las autoridades civiles y militares, privándose de ejercer sus derechos como ciudadanos», resaltó el jerarca católico.
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Monseñor Báez, también, señaló que una parte del sistema económico del país se está fortaleciendo y dejando que el dinero ocupe el lugar de las personas, afectando a los jóvenes con el desempleo y la migración forzada.
Violencia contra las mujeres
Báez exhortó a los nicaragüenses a no acostumbrarse a las violaciones de sus derechos humanos y destacó los casos de femicidios, puesto que —hasta el momento— se contabilizan 56 mujeres asesinadas en Nicaragua. «Nos vamos acostumbrando a la horrenda y vergonzosa violencia física y moral contra las mujeres y los niños», afirmó el líder religioso.
El obispo auxiliar de Managua concluyó su homilía denunciando las detenciones arbitrarias, el espionaje e intimidación, los procesos judiciales irregulares, la impunidad, el autoritarismo y la corrupción en el país.
Además de reflexionar sobre la necesidad de diálogo y paz, Báez condenó la violencia y la imposición de un solo pensamiento. «Vivimos momentos complejos en nuestra sociedad. Y no hay soluciones simples a problemas complejos. Sin embargo, debemos de estar convencidos que ni la salida violenta, que por su misma naturaleza está destinada al fracaso y no tiene futuro, ni la imposición de un pensamiento y proyecto político único, propio de los regímenes totalitarios, nos llevará a vivir en el respeto a la dignidad humana», aseguró Báez.
En la parte final de la celebración religiosa, el jerarca católico insistió en su llamado a perder el miedo. «No tengan miedo», les pidió Báez a los nicaragüenses y a los defensores de derechos humanos que participaron en la homilía, a quienes instó a actuar con rectitud. «Y ustedes no tengan cola que les pisen para que no tengan miedo», aconsejó el prelado.
La misa fue celebrada en la parroquia San Francisco de Asís y fue organizada por la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos (ANPDH) y la Comisión Permanente de Derechos humanos (CPDH).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]