Las festividades de Navidad y año nuevo no serán llenas de colores y alegrías para las familias de más de 40 nicaragüenses que están injustamente privados de su libertad por razones políticas en las cárceles de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La organización Juventud Renovadora, de la Unión Democrática Renovadora (Unamos) expresó, a través de un mensaje en redes sociales, el «profundo dolor» que embarga a la oposición y a las familias de los reos políticos que pasan la Nochebuena y próximamente las festividades de fin de año en las frías cárceles del régimen sandinista.
«En esta Navidad, recordamos con profundo dolor a los presos políticos, quienes están separados de sus familias. Que la pena que hoy sentimos sea la semilla del cambio», dice Unamos en un mensaje publicado en la red social X.
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Según la última actualización del Mecanismo para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas de Nicaragua, la tiranía Ortega-Murillo mantiene encarcelados por razones de conciencia a 45 nicaragüenses.
Entre los reos políticos figuran el mayor retirado del Ejército Eddie González, quien se enfrentó a balazos con la Policía orteguista cuando llegaron a su casa para detenerlo.
También el líder indígena miskito y diputado por la Costa Caribe, Brooklyn Rivera, y el también dirigente indígena Steadman Fagot. Además, sufren cárcel injustamente Leonel Antonio Poveda ,Julio Antonio Quintana Carvajal, Brian Luis Arturo Rizo Madness, Dionisio Robins Zacarías Walder, Antonio Ruiz Rivera, Carmen María Sáenz, entre otros.
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Los dictadores Ortega y Murillo se han mostrado indolentes ante el constante llamado de organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional a que libere a todos los reos de conciencia.
Por el contrario, el régimen sí ha concedido el llamado «perdón presidencial» a un total de 52,621 reos comunes, desde el 2014. Muchos de esos liberados han sido condenados por delitos graves y no llegan a cumplir ni la mitad de sus penas. A esto se suma el fenómeno de que al menos el 8% de ellos vuelven a la cárcel por delitos más graves que el anterior.