En un hecho catalogado como «monstruoso» y «una atrocidad», la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ejecutó recientemente el secuestro y destierro de una familia completa de San Rafael del Sur, entre la que se cuenta un niño de 11 años, quien junto con su hermana, su mamá y su padre, el periodista y empresario Henry Briceño, fueron expulsados hacia Costa Rica, para luego confiscar todos sus bienes.
El pasado domingo, 24 de noviembre, a eso de las 2:30 de la tarde, cuatro patrullas policiales al mando del jefe de la Policía en el municipio de San Rafael del Sur, comisionado mayor Lázaro Clemente Quintanilla Álvarez, llegaron a la casa del veterano periodista para secuestrarlo junto con todo su núcleo familiar, en una acción solo comparable con los secuestros y destierros ejecutados por Adolf Hitler contra la población judía en Alemania en los años de la segunda guerra mundial.
El relato fue detallado por el propio Briceño al periodista Carlos Fernando Chamorro, en una entrevista para uno de los programas del medio de comunicación Confidencial.
El periodista y empresario desterrado ha calificado como monstruosa la acción de la dictadura al haber dictado el destierro de su hijo de solo 11 años, y luego le confiscó sus bienes que ya le habían sido heredados en vida por su padre.
Noticia relacionadas: Dictadura sandinista acelera persecución: 30 secuestros y desapariciones en una semana
De acuerdo con el comunicador, ahora desde su destierro en Costa Rica, las cuatro patrullas policiales que llegaron a su casa transportaban a por lo menos 20 efectivos policiales, los que con lujo de violencia y en medio de vociferaciones e insultos conminaron a la familia a salir de la vivienda y abordar los vehículos porque estaban detenidos y serían «deportados». La justificación fue porque, supuestamente, Briceño era «líder de la oposición en San Rafael del Sur».
«El comisionado mayor fue quien personalmente me interpela y me dice: “mire, usted es el líder de esta oposición aquí y por tanto está detenido a partir de este momento y va a ser desterrado”», narró el periodista.
Cuando Briceño intentó persuadir al jefe policial orteguista de permitirle hablar con su esposa e hijos y buscar aunque fuera sus pasaportes, no se lo permitieron. «Vamos no atrases hijos de p…», vociferaban los esbirros del régimen.
No les permitieron sacar nada de la casa. Los obligaron a subir a los vehículos, a la madre y la hija en una camioneta y en otra a Briceño y al niño de 11 años y de inmediato empezaron la marcha hacia el destierro, obligados a abandonar toda una vida en San Rafael del Sur y sus bienes adquiridos durante años de trabajo.
Durante la marcha fue que el periodista logró saber que el operativo estaba siendo dirigido por vía telefónica personalmente por el ministro asesor en temas de seguridad, comisionado general en retiro y reintegrado, Horacio Rocha (Rochón), quien se ha convertido, por órdenes de los tiranos Ortega y Murillo, en el «desterrador» oficial de la dictadura.
Noticia relacionada: Régimen Ortega-Murillo mandará a la calle a 1600 presos comunes más el próximo seis de diciembre
«Está bajo control el objetivo», pregunta Rochón por el teléfono, y de inmediato ordenó que prosiguiera el operativo conforme a lo planificado y que le fueran informando durante la travesía.
Hasta ese momento, Briceño no sabía hacia dónde los llevaban, pero cuando vio que salieron a la carretera Panamericana Sur, a la altura del municipio El Crucero, se interceptaron con un enlace llegado de Managua que les entregó «un paquete» y se enrumbaron hacia el sur, entonces sintió que el destierro se les venía encima.
Desde el 2012, sus propiedades el periodista las había traspasado legalmente a su familia, previendo acciones como estas y ese día, la dictadura de todas formas se las robó.
Primer niño desterrado
Briceño insiste en denunciar que venían siendo asediados desde hace meses, los hostigaban, los obligaban a reportar cada uno de sus movimientos fuera de su casa, hasta para ir de compras o al médico y como no lograron amedrentarlos, el régimen recurrió a «una monstruosidad» contra su familia.
«Estábamos dispuestos a resistir, no pudieron corrernos de esa manera y optaron por tomarse la residencia y sacarnos de forma grosera y abusiva. No tomaron en consideración que desterraron a un niño de 11 años, es la primera vez en la historia de este régimen dictatorial que destierran a un menor de edad, de 11 años y eso yo no se lo voy a perdonar a Ortega y a Murillo, eso que están haciendo con nosotros dejarnos en la calle, aquí a San José. Nosotros vinimos prácticamente con la ropa puesta, con la que nos sacó el comisionado este de San Rafael del Sur llamado Lázaro Clemente Quintanilla», denunció enérgicamente el periodista.
Ejército participa en operación de destierro
El comunicador y empresario desterrado contó que una vez que llegaron al departamento de Rivas las patrullas policiales los entregaron a efectivos de la Policía en ese departamentos, los que una vez de trasladarlos de vehículos, los condujeron hasta la propia frontera con Costa Rica a donde llegaron alrededor de las 7:40 de la noche.
En ese punto se comunicaron con Rochón, quien fríamente ordenó que los entregaran al Ejército en la montaña fronteriza. «Ustedes ya saben dónde los van a dejar», ordenó el esbirro de Ortega.
De esa manera, según cuenta Briceño, los vehículos policiales se enrumbaron por un camino de montaña hasta que divisaron a efectivos del Ejército que por su despliegue y disposición estaban esperando su llegada.
«Se introdujeron en un camino paralelo a la frontera de Peñas Blancas, recorrieron aproximadamente un par de kilómetros en pura montaña. La sorpresa mayúscula es que con la luz de los carros nosotros divisamos a un grupo de efectivo del Ejército y hasta ahí llegamos, hasta el grupo de soldados. Lo primero que pensé que nos iban a matar porque era una montaña», narra el padre de familia recordando la angustia que vivió junto a sus parientes.
Una vez que les ordenaron descender de los vehículos, ya en manos de los soldados, uno de ellos abrió un «portillo» en un cerco y les orientó atravesarlo.
Noticia relacionada: Víctor Boitano, el coronel en retiro del Ejército, en la lista de presos políticos de Nicaragua
Luego de caminar unos ocho metros hacia la montaña les indican formar una fila, en ese momento es que por fin se enteran de qué contenía el paquete que entregó el enlace en El Crucero: eran pasaportes elaborados ese mismo día a nombre de cada uno de ellos, se los entregaron, les hicieron fotos y videos.
Una vez que les dieron sus documentos de viaje nuevos y que les hicieron cuantas fotos y videos quisieron todos los soldados, de la manera más inhumana los obligaron a empezar una marcha, ya solos, en medio de la oscuridad de esa montaña, en un angosto sendero lleno de lodo y humedad, cayendo algunas veces hasta que llegaron a territorio costarricense donde fueron interceptados por agentes de la seguridad de frontera de ese país.
Ya en manos de las autoridades costarricenses, según cuenta Briceño, fueron tratados con humanismo, les brindaron alimentos y los trasladaron hacia la capital de ese país para iniciar sus trámites como refugiados y «una nueva vida» en el destierro.