El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, habría caído en desgracia ante su jefe, el dictador Daniel Ortega, quien lo habría destituido, con allanamiento a su casa incluida y hasta se dice que podría estar retenido por la Policía, bajo interrogatorios, según informaciones obtenidas por los medios de comunicación 100% Noticias y Confidencial.
La mañana de este miércoles, 19 de junio, corrió la noticia de un nuevo ministro caído bajo la ola de persecución que mantienen los dictadores Ortega y Murillo contra sus propios funcionarios, a los que les tienen prohibido moverse de Managua hacia los departamentos y menos salir del país sin la expresa autorización de los tiranos.
La vigilancia sobre los funcionarios de la dictadura es tal que, incluso, para vender un bien de su propiedad, así sea un vehículo, una casa, o enviar a sus hijos a estudiar o de vacaciones fuera del país, debe ser expresamente autorizado por Ortega y Murillo y quien «se salte la prohibición», inmediatamente es somiedo a interrogatorios que podrían culminar en destitución y cárcel.
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Esta vez le tocó a Iván Acosta, uno de los ministros más leales a los dictadores y que ostenta la cartera de Hacienda desde 2012, luego de la primera renovación de gabinete que hizo el dictador después de 2007.
El medio de comunicación Confidencial afirma que tres fuentes vinculadas a Acosta Montalván le confirmaron que fue destituido como ministro de Hacienda y Crédito Público. Las mismas fuentes habrían expuesto que, el martes, 18 de junio, efectivos de la Policía orteguista allanaron el despacho ministerial y la casa familiar del operador político del régimen.
Acosta reside en un reparto residencial en la zona de Veracruz, carretera a Masaya. Al momento del asalto policial a la vivienda, según los informantes del medio de comunicación, sólo estaban en el inmueble los familiares.
Por su parte, el medio de comunicación 100% Noticias maneja la versión de que el operativo contra Acosta comenzó desde el lunes, cuando efectivos policiales allanaron su oficina y simultáneamente su casa, de donde habría sido sacado por los policías y llevado con rumbo desconocido. «Desde el lunes no llega a su casa», dice el medio de comunicación.
El diario La Prensa, por su lado, indica que Acosta estaba siendo investigado desde el mes pasado por supuestamente vender bienes del Estado como chatarra aunque estaban en buenas condiciones de funcionamiento.
El medio de comunicación también reproduce la versión de que el operador financiero de la dictadura podría estar preso y sometido a interrogatorios, sin embargo, también expone la versión de que Acosta habría logrado huir para ponerse a salvo de la cárcel. Ninguna de las versiones publicadas hasta ahora han sido comprobadas.
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Acosta, con más de 12 años en el cargo de ministro de Hacienda, fue sancionado por la Oficina de Control de Activos (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. de conformidad con la Orden Ejecutiva (EO) 13851, por colaborar con la dictadura en la represión.
Aunque el dictador Ortega y su hijo, Laureano El Chigüin Ortega, han dicho que las sanciones a sus funcionarios son «condecoraciones» de las que se sienten orgullosos, de nada le habría valido esa condecoración a Acosta, que se ganó en nombre de sus jefes Ortega y Murillo, quienes ahora se estarían convirtiendo en sus verdugos.
