En Estados Unidos hay más de 300 mil nicaragüenses pendientes de regularizar su situación migratoria, sin embargo, pese a que los connacionales que han migrado a otros países mantienen la economía de Nicaragua, la dictadura Ortega-Murillo está dificultando este proceso y por ello demandan la reapertura de consulados cerrados en varios países.
La exprisionera política desterrada por la dictadura, Dora María Téllez denunció, a través de su canal de Youtube que el régimen de Nicaragua, se aprovecha de las remesas que envían los nicaragüenses que se encuentran en el extranjero, que alcanzan los 5 mil millones de dólares, particularmente de EE.UU, sin embargo, en vez de ayudar a que normalicen su estatus migratorio, «desayuda».
La excomandante guerrillera, opositora a la dictadura sandinista, recordó que en Nicaragua, prácticamente cada familia recibe dinero de parte de un familiar que ha tenido que emigrar o exiliarse «huyendo de Nicaragua porque no hay oportunidades», pues en el país «no hay democracia ni libertad» y parte de esos miles de nicaragüenses se encuentran en los Estados Unidos «en situación urgente de regularizar su condición migratoria, mediante el asilo, que es la única opción que tienen para poder continuar dentro de los Estados Unidos, tener un permiso de trabajo de poder realizar sus labores sin temor a ser deportados».
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Sin embargo, el régimen de los Ortega-Murillo, «en lugar de ayudar, desayuda. En primer lugar los Ortega-Murillo se dedican a estar remojando traidos (pleitos) viejos con los Estados Unidos», señala la opositora, y luego, el régimen ha ordenado el cierre de la mayoría de los consulados en territorio estadounidense, lo que dificulta que los compatriotas que se encuentran en ese país puedan hacer trámites para renovar u obtener documentos de identidad o pasaportes.
Y para empeorar las cosas, según la denuncia de Téllez, los pocos consulados que quedaron hacen esperar durante meses por una respuesta que al final es negativa.
Dictadura no genera fuentes de empleos
Según datos de diferentes organizaciones internacionales, incluyendo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas, cerca de 900 mil nicaragüenses han abandonado el país desde 2018, cuando estalló la crisis política y social que aún persiste. Cientos de miles han huido de la represión y otros tantos en busca de mejores oportunidades de vida.
Para Téllez, los dictadores Ortega y Murillo no generan fuentes de empleo porque están más preocupados por sus negocios familiares y por mantenerse en el poder.
Asimismo, advirtió que, si esos nicas, que sostienen la economía del país, ni siquiera pueden regularizar su condición (migratoria) porque no tienen acceso a sus papeles mínimos, entonces «¿qué es lo que quieren los Ortega-Murillo? ¿Que deporten a esos nicaragüenses?, ¿Que sean decenas de miles deportados y que deje de llegar dinero a las familias nicaragüenses?, ¡Eso es lo que ellos quieren y eso es lo que están buscando, más sufrimiento para las familias nicaragüenses!», señaló.
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Agregó que «en lugar de convertirse en un estado que ayuda a que los migrantes regularicen su condición, se convierte en un régimen que persigue a los nicaragüenses aún fuera de Nicaragua».
«Si estos nicaragüenses que están en los Estados Unidos no logran la condición de asilados, no pueden tramitar su asilo porque no tienen ni siquiera su documento nicaragüense en regla, entonces, ¿Cómo van a poder ayudar a su familia?», analiza la excomandante guerrillera
De igual manera denunció que los consulados nicaragüenses en los Estados Unidos no apoyan la gestión de los migrantes nicaragüenses para su regularización en ese país porque «esa es su manera de hacer política de los Ortega-Murillo que no tienen nada que ofrecer ya al pueblo nicaragüense».