El grupo de países conocido como G7, que reúne a siete de las potencias económicas y políticas más grandes del mundo, hizo un llamado claro y directo a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo para que cese la «represión generalizada» en el país, que ponga fin a las violaciones de derechos humanos y libere de inmediato y sin condiciones a los presos políticos.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7, donde se encuentran Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, junto con el alto representante de la Unión Europea (UE), emitieron, este viernes, 19 de abril, una declaración conjunta que reafirma el compromiso de esas potencias mundiales con la defensa del estado de derecho, los principios humanitarios y el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas.
«Hacemos un llamado al gobierno de Nicaragua para que ponga fin a sus violaciones de derechos humanos, así como a la represión generalizada y las violaciones y abusos contra la sociedad civil, los pueblos indígenas, los académicos, los estudiantes, la prensa independiente y los actores políticos y religiosos», dice el pronunciamiento del G7.
En el documento, que analiza la situación mundial, en medio de la crisis políticas y económicas, y dedica un apartado a la crisis de Nicaragua, las potencias económicas instan al régimen Ortega-Murillo a que libere «inmediata e incondicionalmente» a todos los presos políticos y cumplan con sus obligaciones internacionales.
Noticia relacionada: Unión Europea debe sancionar «a corruptos y a quienes ayudan a la dictadura en la represión del pueblo», opinan analistas
«Condenamos el cierre de organizaciones de la sociedad civil y los ataques sistemáticos a instituciones y organizaciones religiosas, incluida la Iglesia católica y sus ministros, muchos de los cuales han sido arrestados y luego enviados al exilio, junto con cientos de actores políticos y miembros de la sociedad civil, y despojados de su ciudadanía» denuncian.
Asimismo, insisten en el llamado a Ortega para que les restablezca la ciudadanía a todos los desnacionalizados en virtud de los convenios internacionales. De igual manera instan al régimen de Nicaragua para que «celebre elecciones libres y justas, permitiendo a los miembros de la oposición ejercer sus derechos a la libertad de reunión y de expresión».
Para el politólogo Félix Maradiaga, en el contexto de múltiples crisis globales, el comunicado del G7 aborda desafíos universales y también pone un enfoque crítico en situaciones de represión intensa en regiones específicas, destacando la grave situación en Nicaragua bajo la dictadura sandinista.
Noticia relacionada: EEUU aprueba nueva ley para sancionar a Nicaragua y presionar a Ortega
Maradiaga señala que, el hecho que las potencias económicas y políticas mundiales muestren su preocupación por la crisis en Nicaragua es crucial, porque resalta la necesidad de una acción colectiva internacional para presionar al régimen de Ortega a cambiar sus políticas represivas.
El politólogo sostiene que el comunicado reconoce la «severidad de la represión y las violaciones de derechos humanos en Nicaragua» bajo la dictadura sandinista. «La comunidad internacional debe intensificar su presión y adoptar medidas más enérgicas para garantizar que se restablezca la democracia y el respeto por los derechos humanos», advierte el exreo político.
Asimismo, señala que, las acciones del dictador Ortega no solo constituyen una crisis interna, sino que también representan un desafío para la estabilidad regional y global.
Noticia relacionada: Restricciones de EE. UU. al comercio de armas es una «dura sanción de largo plazo» a la dictadura de Nicaragua
«Es fundamental resaltar y condenar no solo las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen, sino también sus vínculos con regímenes autoritarios como los de Irán, Rusia y Venezuela. Además, su apoyo a la invasión ilegal a Ucrania por parte de Rusia», advierte, y por ello considera que es importante una respuesta coordinada y firme por parte de la comunidad internacional.
Para Maradiaga, la presión internacional debe incluir «sanciones más estrictas contra los individuos y entidades que sostienen la dictadura sandinista, así como un apoyo decidido a las fuerzas democráticas dentro de Nicaragua».
En ese sentido, opina que la comunidad internacional debe utilizar todos los mecanismos disponibles para aislar aún más al régimen de Ortega hasta que se respeten plenamente las libertades fundamentales y se restablezca el orden constitucional.