Mediante el decreto presidencial 10-2023, el dictador Daniel Ortega oficializó y declaró de importancia nacional la ejecución del próximo IX Censo de Población, el V Censo de Vivienda y el V Censo Agropecuario, programados para llevarse a cabo en 2024.
El edicto publicado en La Gaceta, de este martes, ocho de agosto, detalla que los tres censos «son fundamentales para el diseño de políticas públicas, en el ámbito económico, social y sectorial, que contribuyan al desarrollo y bienestar de las y los nicaragüenses».
En ese sentido, Ortega señaló que «corresponde al Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), conforme su ley creadora, desarrollar las etapas pre censal, censal y post censal para la realización» de los censos establecidos.
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El dictador también ordenó a todas las instituciones del Ejecutivo, a las Alcaldías Municipales, al sector privado, organismos internacionales y la ciudadanía en general a colaborar con las autoridades de Inide en las tareas de preparación y ejecución de los censos poblacional, de vivienda y agropecuario.
Además, mandó a crear una Comisión Nacional de Censos que estará integrada por el titular de Inide, del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), Banco Central de Nicaragua (BCN), Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal (Inifom), Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (Invur), Ministerio Agropecuario (MAG), Ministerio de Educación (Mined), Ministerio de Salud (Minsa), Policía Nacional y Ejército de Nicaragua.
De acuerdo con el decreto, algunas de las funciones de dicha comisión serán: promover la cooperación interinstitucional que se requiera para las actividades censales; promover la participación y apoyo cívico de todos los grupos sociales a nivel nacional y sensibilizar de manera positiva la opinión pública del país; emitir políticas y directrices para el establecimiento de los mecanismos de coordinación y apoyo multisectorial a nivel municipal y departamental; y crear comités necesarios que sirvan de apoyo para la realización de las actividades censales.
El último censo poblacional en el país se realizó en el año 2005, que denominaron VIII Censo de Población y IV de Vivienda 2005. La densidad poblacional para esa fecha era de 42 habitantes por kilómetro cuadrado y un total de 5.483.000 ciudadanos. Según datos de las Naciones Unidas, para ese año solo el 0.64% de la población eran migrantes.
Después del Censo del 2005, se tenía programado realizar el siguiente en 10 años, que debió efectuarse en el 2015. Para este 2023 se cumplen 18 años sin una actualización de la situación demográfica del país, los niveles de pobreza y la edad promedio de los habitantes. De acuerdo al comunicado emitido, el proceso les permitirá medir, entre otros datos, las viviendas y sus características.
Este estudio se anuncia en medio de la crisis política y económica que vive el país. Hasta enero de este año se contabilizó un total de 4,9 % de la población que abandonó Nicaragua. Según el medio Confidencial, 664.400 migraron a otros países como Estados Unidos Y Costa Rica, que son los mayores receptores de compatriotas migrantes.