El ahora excarcelado político Juan Sebastián Chamorro manifestó que el traslado de las celdas de tortura de «El Nuevo Chipote» hacia el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino fue el momento «más angustioso» de toda su vida, debido a que el opositor junto con los demás nicaragüenses liberados desconocían para dónde se dirigían, pues salieron masivamente de la cárcel y para ellos no era «una buena señal».
En un video publicado en su cuenta de YouTube, Chamorro detalló que la noche anterior a su liberación y destierro de Nicaragua, se encontraba dormido en su celda, cuando un oficial de la Policía llegó a despertarlo y le entregó a él y sus compañeros de celda, Róger Reyes y Álvaro Vargas, una bolsa con la ropa de cada uno.
«No sabíamos qué hacer, pues nunca habían llegado con nuestra ropa, mucho menos en la noche a cambiarnos y ahí, al ratito llegó otra policía, que era un poquito más experimentada y llegó como a controlar la situación y dijo: bueno ahora se tienen que poner todos ustedes la ropa. “Aquí en la celda, le pregunté. A lo que contestó que sí”», relató el opositor.
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«Obviamente estábamos nerviosos, porque eso nunca había pasado, generalmente cuando llegaban las visitas, esta ropa de civil te la ponían en una celda que le llaman preventiva, que es cuando vos entrás recién preso, te meten ahí, te desvisten y te ponés el uniforme», indicó.
Asimismo, manifestó que logró escuchar como a los demás presos políticos que estaban en el mismo pabellón les orientaban lo mismo. En esta sección de la cárcel se encontraba en una celda Juan Lorenzo Holmann, Félix Maradiaga y José Antonio Peraza, en otra Lesther Alemán junto a Irving Larios, en otra celda Óscar René Vargas y Medardo Mairena y en otra estaban los padres, los seminaristas.
Agregó que luego de cambiarse de ropa, los oficiales de El Nuevo Chipote «nos sacaron en grupo más o menos como de cinco o seis personas. Entonces nos llevaron, y a medio camino entre el pasillo de nosotros y el otro pasillo que es una cuestión de metros nada más, está la subcomisionada y nos dice usted van el bus número tres».
«Yo creía que nos iban a llevar a una audiencia especial ahí mismo en El Chipote nuevo, pero cuando dijo que íbamos a ir el bus número tres, ya nos dimos cuenta que algún lugar íbamos a ir. (…) que para donde íbamos, obviamente lo primero que querías pensar es que vas para tu casa, pero el grupo de gente demasiado grande nos hacía pensar que íbamos a otro lado de forma masiva», dijo Chamorro.
«Luego de eso, llegó el comisionado Victoriano Ruiz y dijo que íbamos a ser llamados por nuestros nombres, que nos alineáramos y nos montáramos en los buses y que él no sabía para dónde iban los buses, eso fue lo que nos dijo. Entonces, empezaron a llamarnos por nuestros nombres y nos pusieron bridas plásticas, ahí ya le dije a Róger esto no me suena bien, no me gusta. Esto que vayamos con bridas no es buena señal», continúo.
Juan Sebastián Chamorro también detalló que los buses que transportaron al grupo de 222 nicaragüenses liberados y desterrados del país, iban tapados con telas para que los opositores no vieran a través de las ventas a dónde se dirigían.
«Ese momento del trayecto al aeropuerto fue el más angustioso, el más angustioso de toda mi vida. Porque pensaba que me iban a llevar a La Modelo. Un viaje que lo sentí de horas», sostuvo.
«Yo estaba pensando que íbamos a La Modelo, pero pasamos el Camino Real en carretera norte, y en la rotonda vi que el bus que iba más adelante dobló hacia la derecha al portón de la Fuerza Aérea, entonces le dije a Roger que esto significa que vamos para afuera y ahí respiré hondo con tranquilidad, me dio una enorme paz realmente saber que este tema de La Modelo no iba a ser, sino que pronto iba a estar en otro lugar, no sabía dónde, porque no teníamos informacion alguna», continúo relatando.
Además, Chamorro indicó que en las oficinas de la Fuerza Aérea «llegó un oficial con unos papeles muy básicos, muy sencillo, que decía yo el espacio en blanco, estoy dispuesto voluntariamente a irme a espacio en blanco y lo firmabas. Entonces, eso no lo leí, no lo dieron, sino que el policía se fue donde estaban los últimos de atrás y yo empecé a oír que él estaba leyendo en voz alta a quien iba firmando e iban llenando el nombre y ponían Estados Unidos, entonces hasta ese momento nos dimos cuenta para donde íbamos».
«Llegamos a la pista de aterrizaje, ahí estaba una funcionaria del Departamento de Estado (de los Estados Unidos) y nos comenzaron a explicar que íbamos para Washington D.C. y me alegré por eso, le di muchas gracias. (…) Llegué a la escalinata y ahí ya no había policías, no había nada, me arrodillé, puse una rodilla en el piso y mi mano derecha en el asfalto y levantando mi mano me persigne y me subí al avión. Y cuando entró veo sentados a varios a compañeros, todos abrazándonos, contentos, emocionados y felices».
Actualmente, el opositor está intentando retomar su vida en libertad para luego seguir con su lucha de alcanzar la liberación de Nicaragua y de todos los demás presos politicos que aún languidecen en la prisión.
«La oración y el ejercicio mantuvieron mi fe y esperanza. Muchas veces soñé con recorrer la naturaleza en libertad. Gracias a Dios por hacer el milagro», escribió en su cuenta de Twitter.