El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo este lunes que “el fascismo se está reinstalando en el mundo” y comparó los hechos de violencia del domingo en Brasil, donde miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron las sedes de la Presidencia, Parlamento y la Corte Suprema, con lo ocurrido en el Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021.
“Así como se lanzaron miles de norteamericanos, del Partido Republicano, a tomarse el Congreso, para que el Congreso no pudiera darle la presidencia a (Joe) Biden, así se lanzaron los de Bolsonaro”, comentó Ortega en un discurso durante la sesión solemne inaugural de la XXXIX legislatura de la Asamblea Nacional (Parlamento).
En el acto transmitido en cadena de radio y televisión, el mandatario nicaragüense evocó la invasión por parte de simpatizantes de Bolsonaro de la sede del Ejecutivo de su país, la Corte Suprema y el Congreso Nacional con el asalto al Capitolio de EE.UU., cuyo segundo aniversario se cumplió hace tres días y donde cinco personas fallecieron.
“Esto tiene que ver con la forma en que el fascismo se está reinstalando en el mundo”, lanzó Ortega, para quien esa corriente se está “reinstalando primero en Estados Unidos, en Europa, y lo vemos ahora en Brasil”, continuó Ortega, quien tildó de “fascista” a Bolsonaro.
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“Es un fascista, militar del ejército brasileño fascista, y que no ocultaba su fascismo, su racismo, su odio hacia las mujeres, y se fue a Miami donde está el hervidero de todos los que viven conspirado contra los pueblos”, indicó.
Pide a sandinistas dormir con un ojo abierto
El dirigente sandinista agregó que en Miami está “la gusanera cubana”, como le llamó el fallecido líder cubano Fidel Castro, y que “allá se fue Bolsonaro antes del golpe y se fue con el jefe de seguridad activo”.
Advirtió que “el fascismo quiere desconocer los resultados electorales” en Bolivia y detuvo y derrocó al presidente de Perú, Pedro Castillo.
“Estamos viendo allí una conducta que pone en riesgo la estabilidad de los pueblos”, apuntó.
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Asimismo, pidió a sus simpatizantes en Nicaragua a no confiarse, “porque los terroristas allí andan siempre conspirando y tienen la financiación de los Gobiernos de EE.UU. y de los Gobiernos europeos”, y los instó a “dormir con un ojo abierto y con otro cerrado, porque las alimañas andan allí”.
Tras finalizar el acto, Ortega volvió a tomar la palabra para elogiar a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, de quien dijo trabaja las 24 horas del día y llama a cada momento a todos los funcionarios del Gobierno.
“Realmente ella más que vicepresidenta, ejerce funciones de presidenta de la república porque aquí lo que hay es una copresidencia”, consideró el mandatario.
