El diputado al Parlamento Europeo por el Partido Popular (PP) Pablo Arias se sumó a la campaña «Rompiendo cadenas, apadrina a un preso político» del Instituto Casla. En su caso, decidió representar al preso político nicaragüense y exaspirante presidencial Juan Sebastián Chamorro, cautivo por más de 500 días en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua.
«Es un honor hacer mía la causa de la libertad de Juan Sebastián Chamorro, que lleva encarcelado más de 500 días por la dictadura de Daniel Ortega. Lucharé con todas mis fuerzas en Bruselas para lograr su liberación», destacó el eurodiputado a través de cuenta de Twitter.
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«(…) Desde aquí quiero denunciar la situación de Juan Sebastián Chamorro, preso político nicaragüense. Me sumo de esta manera a la campaña rompiendo cadenas, promovido por el Instituto Casla», recalcó.
Recordó que además del aislamiento que sufre el empresario, el régimen de Nicaragua lo mantiene incomunicado desde hace 84 días desde la última visita a finales de agosto. «Su mujer e hija no tienen noticias de él desde entonces, ni siquiera una prueba de vida», expresó Arias.
Señaló que en una «situación de indefensión total», Chamorro fue condenado ilegalmente a una pena de 13 años de prisión. «Ingresó a la cárcel de El Chipote en situaciones inhumanas, en aislamiento total, sin atención médica ni psicológica, con una más que deficiente alimentación», puntualizó.
El eurodiputado hizo hincapié en que todas las situaciones que atraviesa Chamorro encerrado en «El Chipote» son torturas, porque «su delito» es ser oposición «libre de Ortega y Murillo».
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«Exijo a Daniel Ortega y Rosario Murillo, a la dictadura nicaragüense la inmediata liberación de Juan Sebastián —Chamorro—. Su causa es desde hoy la mía, no voy a parar de dar a conocer su situación y de exigir su inmediata liberación y su seguridad hasta que estas sean una realidad», concluyó Pablo Arias.
Víctima de represión carcelaria
Chamorro fue presentado en los Juzgados de Managua el pasado 30 de agosto, en las imágenes difundidas por los medios de propaganda de la dictadura, se mostró con el estado físico deteriorado debido a las condiciones de encierro a las que es sometido junto a los demás presos políticos desde las celdas de «El Nuevo Chipote».
Desde su detención, no se le ha permitido enviar ni recibir una carta de sus familiares; tampoco ha tenido acceso a llamadas telefónicas ni a visitas regulares. Las visitas a los presos políticos en la DAJ se hacía cada 30 o 40 días, pero ahora se han prolongado.
El exaspirante a la Presidencia de Nicaragua fue condenado bajo juicios que, según su abogado internacional Jared Genser, estuvieron llenos de irregularidades. Durante el juicio, la Fiscalía presentó a 27 agentes de la Policía como testigos en contra de Chamorro y otros seis presos políticos. La única prueba que se les imputaba era su participación en un grupo de WhatsApp y unas entrevistas en televisión.