A través de una audiencia virtual, la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF por sus siglas en inglés), brindó este martes, su informe acerca del deterioro de la libertad de religión en Nicaragua, así como la persecución y encarcelamientos a sacerdotes.
A su vez se destacó las oportunidades de la política estadounidense para «apoyar a los actores religiosos y las comunidades que están bajo el asedio» del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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La USCIRF señaló que este año, el gobierno de Nicaragua ha profundizado su patrón de hostigamiento contra la Iglesia Católica, «como someter al clero católico a detención directa y encarcelamiento, y algunos sacerdotes enfrentan varios años de prisión por cargos falsos».
Entre los atropellos contra la Iglesia católica, la Comisión destacó la expulsión —en el mes de marzo— de monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio Apostólico en Nicaragua desde 2018, «por razones inexplicables».
También recordó que en agosto de este año, las autoridades policiales al servicio de la dictadura de Nicaragua rodearon la Curia Episcopal en Matagalpa donde se encontraba el obispo monseñor Rolando Álvarez, «un crítico abierto del régimen, y lo arrestaron a él y a varios de sus compañeros».
Por su parte, la presidente de USCIRF, Nury A. Turkel, subrayó que el gobierno de Nicaragua «ha vuelto su ira contra las organizaciones afiliadas católicas al cerrar arbitrariamente las organizaciones benéficas y expulsar a sus trabajadores, despojar a las universidades de la financiación y el estatus legal, cerrar los medios de comunicación y eliminar las ONG».
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Turkel también señaló que la creciente represión contra la libertad religiosa por parte del presidente Ortega comenzó cuando arremetió contra la Iglesia Católica «después de que ayudó a los manifestantes y al clero católico individual a expresar su oposición al gobierno durante las protestas pacíficas en abril de 2018».
Agregó que la Policía orteguista ha violentado la libertad religiosa, cancelando «innecesariamente o redujeron significativamente la celebración de varias misas, procesiones y rituales católicos».
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En tanto, el comisionado, USCIRF, Frederick A. Davie señaló que el «mes pasado, la Administración Biden anunció una lista de nuevas sanciones contra individuos y entidades en Nicaragua para responsabilizar al régimen de Ortega-Murillo», lo que significa más presión al régimen de Nicaragua que después de las elecciones municipales ha arreciado su nivel represivo.
Hasta la fecha, el régimen de Ortega mantiene su represión contra la Iglesia católica, manteniendo en las cárceles del país al menos a 12 sacerdotes y obligando al menos a otros 50 al exilio.