Opositores junto a la comunidad internacional demandan al régimen de Daniel Ortega el «respeto» a la integridad de los sacerdotes y la Iglesia católica en el Día Internacional de las Víctimas de Persecución Religiosa. Actualmente, se contabilizan 10 sacerdotes encarcelados por la dictadura de Nicaragua y casa por cárcel contra el obispo Rolando Álvarez.
«Hoy, en el Día Internacional de las Víctimas de Persecución Religiosa, demandamos respeto a la vida y a la libertad de nuestros sacerdotes y comunidad católica nicaragüense, quienes sufren de asedio, secuestro e intimidación por parte del gobierno de Daniel Ortega», denunció la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN).
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Por su parte, la comunidad de defensa católica de España CitizenGO promovió esta mañana una encuesta para pedir ante organismos internacionales que «se respete la libertad religiosa en Nicaragua». Resaltan que desde Estados Unidos «ya se ha mostrado la preocupación por la situación. El subdirector de Asuntos Hemisféricos Occidentales del Departamento de Estado de EEUU, Brian Nichols, califica de “brutal asalto de Ortega” a la libertad de expresión y a la libertad religiosa», pero demandan mayor acción de parte de organizaciones internacionales.
La madrugada de este lunes, 22 de agosto, se cumplieron 48 horas de la detención arbitraria en contra de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, al igual que sacerdotes, seminaristas y un camarógrafo que se encontraban acompañándolo en la Curia Episcopal de Matagalpa.
A diferencia del también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, quien está en «resguardo domiciliar», es decir, bajo casa por cárcel; los otros acompañantes que están presos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de Managua, son el primer y segundo vicario de la catedral de San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, respectivamente; así como los sacerdote Ramiro Tijerino—rector de la Universidad Juan Pablo II—y el padre Raúl González.
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Enfrentan la misma situación los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, al igual que el camarógrafo Sergio Cárdenas, los que permanecían en la sede episcopal desde el cuatro de agosto.
El periodista mexicano Rodrigo Guerra López, en su artículo de opinión publicado la mañana de este 22 de agosto, asegura que «en contextos como los que ofrece la actual Nicaragua, el derecho humano a la libertad religiosa fácilmente tiende a ser mancillado. La voluntad de poder se impone sobre los derechos de la conciencia y la sofoca. Las convicciones religiosas, les parecen a algunos, un aspecto menor, secundario, un tanto trivial, dentro de la vida de las personas y de las naciones. La religiosidad, muchas veces reducida a folclore, a espectáculo para turistas, se dificulta verla abrazada dentro de una concepción fuerte de los derechos humanos».