Monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, cumple 102 días de secuestro a manos de la Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega, quien no brinda detalles de la situación actual del prelado.
Tras casi tres meses sin conocerse de forma oficial el paradero del religioso, la única comunicación que se le ha permitido ha sido con el cardenal Leopoldo Brenes, quien aseguró a la agencia de noticias AFP que Álvarez «está bien de salud».
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«De salud está muy bien, espiritualmente muy bien. Él dice que mira estas cosas como un momento de su historia, un momento del espíritu y él piensa que algo de manera personal lo va a sacar de todo», aseguró la máxima autoridad de la Iglesia católica de Nicaragua el domingo, 13 de noviembre, en la Catedral Metropolitana de Managua.
Brenes subrayó que ha visitado en varias ocasiones al obispo de Matagalpa. Además, resaltó que en su reciente viaje a Roma conoció que el Vaticano «continúa buscando una salida a la crisis» que enfrenta Nicaragua, la que incluye la embestida contra la Iglesia.
Ante la incertidumbre por desconocer la condición física y psicológica de Álvarez, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) exigió al régimen de Ortega «su libertad inmediata y la de todas las personas presas políticas».
Por su parte, la defensora de derechos humanos Yonarqui Martínez cuestionó al cardenal Brenes, ya que para ella ningún privado de libertad por razones políticas puede estar bien física y psicológicamente, más cuando se les están violando sus derechos humanos.
«Un detenido ilegalmente, privado de su libertad, ¿estará bien de salud? Recordemos no es solo lo que nuestros ojos ven sino lo que siente y piensa la persona», explicó la abogada a través de su cuenta de Twitter.
«El sufrimiento no se mide con una prueba física. No hay cárcel que sea satisfactoria a la razón de un no culpable», remarcó la jurista, quien ha defendido a decenas de presos políticos.
Desaparecido desde el 19 de agosto
El cuatro de agosto, el también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí fue asediado por un fuerte dispositivo de agentes policiales, quienes les impidieron salir de la Curia Episcopal de Matagalpa.
Tras 16 días de acoso, el 19 del mismo mes fue sacado violentamente junto con otros sacerdotes, seminaristas y un laico del recinto, para luego informar que estaba en «resguardo domiciliario», «investigado» por desestabilizar el país, y «crear zozobra en la población de Matagalpa».
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Mientras que los otros religiosos están presos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, conocida como «El Nuevo Chipote». Además, están siendo procesados por «conspiración a la patria».
¿Dónde está monseñor Álvarez?
Aunque no se sabe de manera oficial dónde está monseñor Álvarez, una fuente reveló a Artículo 66 que el sacerdote se encuentra en casa de unos familiares, cerca de la empresa Cargill, en carretera a Masaya.
«La casa está ubicada a unos 100 metros de la empresa Cargill, en la comarca Los Madrigales, es un camino estrecho. Hay un tope, es la única casa elegante y grande que hay en esa zona, se mantienen tres o cuatro antimotines, los que son relevados a las seis de la tarde. Diario sale una patrulla llena de policías y carros con vidrios oscuros», agregó el informante.
Este medio de comunicación constató que en la zona patrullan a diario varias camionetas de la institución policial y la casa donde supuestamente se encuentra el obispo de Matagalpa está «resguardada» por antimotines.
Desde el 2018, la dictadura de Daniel Ortega mantiene un asedio contra la Iglesia católica, pero en este 2022, arreció la represión encerrando a 12 sacerdotes y condenado a dos —monseñor Leonardo Urbina, de Boaco y el padre Manuel Salvador García, de Nandaime—.
Cabe señalar que monseñor Rolando Álvarez es el único sacerdote que permanece en su vivienda con custodia policial, pero con las mismas restricciones y la vigilancia en todo momento. Además, tampoco se ha presentado oficialmente una acusación en su contra.