Los familiares de Miguel Mendoza y Suyen Barahona, encarcelados en «El Nuevo Chipote», siguen demandando al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que otorguen a los presos políticos el derecho de comunicarse con sus hijos, a quienes no ven hace más de un año de cautiverio.
La negativa del régimen de Nicaragua para que los rehenes de conciencia puedan ver a sus hijos menores de edad es calificada por sus familias como «tortura psicológica» y violación a sus derechos humanos.
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«Demandamos que se le permita a Alejandra ver a su papá. Tiene 459 días de no verlo ni abrazarlo. La tortura psicológica deja secuelas. Es una niña y tiene derechos», señaló la familia del cronista deportivo, quien lleva cinco días en huelga de hambre en protesta hasta poder ver a su hija de ocho años.
«Miguel Mendoza lleva cinco días en huelga de hambre hasta que le permitan visitas de su hija», reiteró su familia a través de la cuenta en Twitter del periodista.
Por su parte, los familiares de la presidente de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), Suyen Barahona, lamentaron que «hay muchas cosas que es imposible que un niño de 5 años pueda comprender», en referencia al encarcelamiento de la opositora y el aislamiento que le impuso la dictadura.
«Crecer lejos de su mamá es una tortura para él y también para su mamá. Le pedimos al gobierno de Nicaragua que les permita comunicarse», publicó su familia.
A la fecha, la justicia de Daniel Ortega solo ha permitido que el hijo de Miguel Mora y la niña de Tamara Dávila puedan ver a sus padres presos políticos, en una sola ocasión, después que los reos anunciaran una huelga de hambre, según denuncias de sus parientes. Sin embargo, continúa negándole el derecho al resto de rehenes que se encuentran en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», en Managua.
Angustia por no poder ver a su padres
Recientemente, Ramón Mendoza, hermano del preso político Miguel Mendoza, detalló que tras la separación forzosa entre el periodista y su hija Alejandra, desde hace más de 15 meses, la niña ha desarrollado ansiedad al no tener presente a su padre y se encuentra «desesperada» por verlo.
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En entrevista con el programa En Contacto, de Artículo 66, el hermano del cronista deportivo aseguró que «la niña se ha enfermado no una vez y se ha tenido que llevar donde el especialista. Primeramente se estuvo llevando al pediatra, donde el psicólogo, ya luego el pediatra dijo que la niña tenía un problema de ansiedad y, por lo tanto, era el psicólogo quien tenía que verla».
En cuanto al hijo de Barahona, no ha tenido ningún contacto con su madre desde junio de 2021 cuando los policías se llevaron detenida arbitrariamente a la dirigente opositora. El régimen no les permite llamadas telefónicas, fotos ni cartas.
«Le pedimos al Gobierno de Nicaragua que les permita comunicarse», abogó César Dubois, esposo de la secuestrada política del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Tanto Mendoza como Barahona tienen más de un año presos en la llamada «cárcel de tortura», acusados por presunta «traición a la patria». A finales de agosto fueron exhibidos por la justicia de Ortega en los medios de su propaganda gubernamental, cuando se constató su deterioro físico debido a los tratos crueles en la cárcel.