Por segundo día consecutivo, la dictadura Ortega Murillo continúa exhibiendo a las personas presas políticas en el Complejo Judicial Central de Managua. Este miércoles, 31 de agosto, fueron llevadas a los juzgados las presas políticas Suyen Barahona y Dora María Téllez, ambas dirigentes de la organización política Unión Democrática Renovadora (Unamos).
Las dos mujeres llevan cerca de 15 meses de encierro en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como «El Nuevo Chipote», donde son sometidas a tratos crueles, inhumanos y degradantes, según denuncias de sus familiares y organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales.
Suyen Barahona y Dora María Téllez lucen más delgadas, con ojeras y el color de piel más claro. En las celdas de la DAJ permanecen en penumbra, reciben mala alimentación, reciben el sol por pocos minutos una vez a la semana, duermen en lozas de concreto y no tienen frazadas para protegerse del frío. Incluso les han prohibido material de lectura.
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Los familiares de los presos políticos denunciaron el 29 de agosto que los detenidos presentan serios problemas de delgadez y desnutrición ante la reducción drástica de las porciones de alimentos que les dan en la cárcel.
Tras esta denuncia, la dictadura ordenó que los reos de conciencia sean llevados ante un juez en el Complejo Judicial Central de Managua, sin motivo alguno. Otros presos políticos como los aspirantes presidenciales Miguel Mora y Juan Sebastián Chamorro también fueron vistos ayer, 30 de agosto, por primera vez después de 14 meses de encierro.
La dictadura las acusó de transgredir la Ley 1055, Ley de Soberanía, una herramienta jurídica aprobada por los diputados de la dictadura para perseguir, encarcelar y enjuiciar a los opositores del régimen Ortega-Murillo.
La exguerrillera Dora María Téllez se encuentra en prisión desde el 13 de junio de 2021, después que policías vigilaran hasta con drones su vivienda, la que posteriormente allanaron.
Ese día, la detuvieron arbitrariamente tras golpearla, de acuerdo con las denuncias de sus familiares. Desde esa fecha, solo ha recibido diez visitas a partir de las cuales se construyó el retrato hablado, porque la dictadura no ha presentado de forma pública a los presos políticos detenidos en el contexto electoral de 2021. Téllez y Barahona fueron condenadas a ocho años de cárcel cada una.
La presentación de diez presos políticos, por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha generado un sinfín de críticas al régimen por tratar de darle un guiño de legalidad a sus acciones. Para justificar su decisión de exponer a los rehenes de conciencia, se inventó un término legal: «audiencia informativa».
Este apuro de la dictadura por exponer que los presos políticos «están bien de salud» se da tras la denuncia de los parientes de los detenidos ante las graves torturas que padecen en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», un centro donde son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, según organismos de derechos humanos.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció que la actuación de la dictadura se hace al margen de la ley porque no tiene asidero legal. El organismo explicó que los presos políticos ya fueron notificados de las sentencias condenatorias que les impusieron los jueces orteguistas y que estas mismas fueron ratificadas por el Tribunal de Apelaciones; posterior se recurrió a casación y que los recursos ya debían de haber sido admitidos por la Corte Suprema Justicia (CSJ).