La justicia de Daniel Ortega tiene programada para mañana miércoles, 24 de agosto, a las nueve de la mañana, la audiencia de juicio en contra de monseñor Leonardo Urbina, párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro de Boaco, acusado por el supuesto delito de violación a una menor de 14 años y lesiones psicológicas leves en perjuicio de la víctima de iniciales M.J.V.S. de 12 años.
El sacerdote no cuenta con una defensa de su confianza, ya que el juez Edén Enrique Aguilar Castro, del Juzgado Tercero Especializado en Violencia contra la Mujer, ha hecho caso omiso de las solicitudes de la familia del imputado.
En entrevista con Artículo 66, el defensor de derechos humanos Pablo Cuevas, director de la Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos, dijo que la familia del sacerdote ha solicitado que el defensor sea el abogado privado Frank Gutiérrez, originario de Boaco, sin embargo, no se ha admitido.
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«A través de cuatro escritos, el padre de monseñor Urbina ha solicitado al juez que le admita como defensor, al doctor Gutiérrez, sin embargo el juez no admite», insistió Cuevas.
Otra de las situaciones que apuntó Cuevas es que si «a última hora» es admitido el abogado Gutiérrez, este no ha tenido acceso al prueba porque no ha tenido intervención, «al menos que pida una reprogramación para prepararse», aunque el judicial advirtió que «no se aceptarán reprogramaciones para evitar la revictimización».
Este medio de comunicación conoció que el abogado Frank Gutiérrez —propuesto por la familia— ha sido asediado en los últimos días por la Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega.
Para Cuevas «es evidente» que este accionar por parte del Poder Judicial es para continuar «con un proceso viciado en contra de monseñor Urbina, a quien se le ha vulnerado sus derechos dado que todos sabemos que la defensoría pública solo simulará un defensa».
Juez impone defensa pública
El juez orteguista Edén Aguilar, fiel servidor de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, designó un abogado de su confianza al reasignarle a la defensora pública Jennifer Elieth Hernández Granera, la misma funcionaria judicial que lo representó en la primera audiencia donde se aceptó la acusación en contra del cura.
Morazán, también exfuncionario del Poder Judicial, aseguró que llama la atención que el juez Edén Aguilar haya aceptado que monseñor Leonardo Urbina designara a un abogado de su confianza el pasado 22 de julio tras la renuncia de su defensor privado. Solo tres días después se retractó de su decisión al imponer una abogada del Estado de Nicaragua.
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«Lo que llama la atención es el cambio repentino del juez, después de reconocerlo como un derecho, lo que quiere decir que no desconoce la ley, sino que le doblaron el brazo y no quiere correr el mismo riesgo de un despido por desobedecer como a su excolega Carlos Silva Pedroza», señaló en su cuenta de Twitter.
Acusación contra monseñor Urbina
La acusación presentada por el fiscal orteguista Emanuel Álvarez contra monseñor Urbina Rodríguez menciona que «en 2016 conoció a la señora (de iniciales T.C.), quien es abuela paterna de la víctima de iniciales M.J.V.S., y debido al grado de confianza entre el cura acusado y la abuela de la niña, aprovechó dicha circunstancia para acercarse a la víctima y lograr ganarse su confianza a tal punto que la niña lo reconocía como su padrino».
Detalla que en diciembre de 2021, el sacerdote pidió permiso a la señora para ir con la víctima de 12 años a comprar tortillas, por lo que en una camioneta se trasladó «junto a la niña víctima y otro joven se trasladaron a la tortillería ubicada frente a una tienda de conveniencia en el barrio Alcides Miranda, en Boaco».
«Al llegar a la tortillería el cura le dijo al joven que se bajara de la camioneta a comprar las tortillas y luego se regresara a pie, mientras el cura se fue en el vehículo junto con la niña víctima, quien le dijo que se pasara al asiento delantero del copiloto, y después el sacerdote Urbina condujo el vehículo en dirección al kilómetro 89 Carretera Boaco-Managua, en un sector poco transitado y montoso y a la orilla del río, lugar donde estacionó la camioneta y le realizó tocamientos a la niña en los pechos, le besó el cuello y le expresó a la niña que sostuvieran relaciones sexuales, a lo que la víctima se negó», agrega la querella.
El fiscal mencionó que en abril de este 2022, el sacerdote nuevamente pidió autorización a la abuela de la menor para ir a comprar tortillas, y en la camioneta concretó la violación vía vaginal. Añadió que el cura amenazó a la menor con matarla si contaba el supuesto abuso.
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Monseñor Urbina está detenido desde el 13 de julio, siendo objeto de un proceso judicial, que según jerarcas católicos y opositores, es un «montaje» del gobierno de Nicaragua con el fin de seguir con su ataque a la Iglesia católica de Nicaragua, ya que los medios de la propaganda gubernamental han exhibido a familiares de la menor en un caso que debe de tratar con discrecionalidad.
Poco a poco, la dictadura de Ortega ha ido engrosado la lista de sacerdotes presos, hasta el momento son apropiadamente 10 religiosos que está siendo parte de procesos judiciales en su contra. El régimen no ha dado tregua y sigue su asedio contra la Iglesia católica.