El jerarca Miguel Márquez, superior general de la Orden de Padres Carmelitas, expresó su respaldo y solidaridad con la Iglesia católica de Nicaragua y, en especial, a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, tras el allanamiento a la Curia Episcopal matagalpina perpetrado por la Policía al servicio del régimen de Nicaragua.
En un comunicado, el líder religioso señaló que la Iglesia nicaragüense en estos momentos es perseguida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo «por ser fiel al evangelio y por defender la dignidad y libertad de cada ser humano».
Asimismo, el padre Márquez lamentó la «violenta» detención contra monseñor Rolando Álvarez perpetrada por los oficiales de la Policía en horas de la madrugada de este viernes, 19 de agosto.
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«Con mucho dolor también hemos sabido que monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de Matagalpa, fue capturado violentamente por la Policía. Como carmelitas teresianos, «hijos de la Iglesia», sentimos con mucho dolor que el pueblo de Nicaragua sea privado de otro pastor fiel servidor del Evangelio», dijo.

Ante la situación de persecución que vive la Iglesia y el Estado policiaco que persiste en el país, el prelado de la Orden de Padres Carmelitas pidió a su consagración «que oremos unidos, que seamos “resistencia misericordiosa” y perseverante. La espiritualidad y la oración en el Carmelo son siempre fuente de verdad y de valentía para estar con la Iglesia, con los que sufren y con los pobres».
«Con los carmelitas descalzos, las descalzas y los carmelitas seglares encendemos nuestra lámpara pidiendo luz, sabiduría, humildad y escucha, para los que tienen la autoridad de servir para defender la libertad y la verdad», subrayó.
«Querida Iglesia de Nicaragua, con Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, con todos los Santos del Carmelo queremos invocar y pedir para vosotros la audacia humilde y la frescura de los que están entre el pueblo para dar vida y ser sembradores de semillas de fraternidad y reconciliación. Acogemos vuestro dolor y vuestra inquietud», agregó.

El padre Miguel Márquez también insistió en orar «sin desfallecer, sin desanimarnos, para que en cada pueblo, en cada país, en Nicaragua y en toda América Latina se encuentren siempre caminos de paz, de diálogo, de respeto, de convivencia en la diversidad, de fe y esperanza, y el evangelio siga siendo semilla de paz en la verdad».
De igual manera, invitó a incluir en las plegarias a monseñor Rolando Álvarez, «defensor de la dignidad humana en nombre de Cristo, para que su integridad sea respetada y que sea liberado de inmediato».
Monseñor Álvarez, bajo «resguardo domiciliar»
Tras 15 días bajo asedio y retenido en la Curia Episcopal de Matagalpa desde el cuatro de agosto, la Policía, bajo las órdenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo, asaltó la sede episcopal para sacar a monseñor Rolando Álvarez.
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La Policía orteguista informó que el jerarca se encuentra bajo el régimen carcelario de casa por cárcel en la vivienda de sus padres en Managua y siete de las ochos personas que lo acompañaban permanecen bajo «investigación» en El Chipote.

Mientras tanto, el sacerdote Óscar Escoto, párroco de la iglesia Santa María de Guadalupe, permanece en la Curia Episcopal de Matagalpa «sin ninguna restricción de movilidad».
Las personas que se encuentran en «El Chipote» son: el primer y segundo vicario de la catedral de San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, respectivamente; así como los sacerdotes Ramiro Tijerino—rector de la Universidad Juan Pablo II—y el padre Raúl González. También los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, al igual que el camarógrafo Sergio Cárdenas.