Citando el texto bíblico de San Mateo en el capítulo 12 versículo 7: «Misericordia quiero y no sacrificios», el padre Edwing Román, expárroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya, expresó a través de su cuenta de Twitter que «Dios está muy cercano de quien practica misericordia».
La afirmación del religioso llega cuando el régimen de Daniel Ortega arreció su represión contra la Iglesia católica de Nicaragua, encarcelando al padre Manuel Salvador García, párroco de la iglesia Jesús de Nazareno, en Nandaime y a monseñor José Leonardo Urbina, párroco de la Iglesia Perpetuo Socorro, de Boaco; a los que les imputan delitos comunes.
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En referencia a la dictadura de Nicaragua, Román señaló que Dios «está lejos de los que tienen un corazón despiadado y duro como una piedra».
«Es la hipocresía de decir amar a Dios, ser cristiano, ser “bendecidos”, y no conocer el amor», agregó el prelado en relación a la cuestionada religiosidad de la que se jacta la vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, pero que a la vez despotrica contra la oposición y la Iglesia católica.
En la misma red social, el padre Román se solidarizó con los sacerdotes Urbina y García, quienes engrosan la lista de presos políticos de Nicaragua. «Unidos en solidaridad, y oración por los hermanos sacerdotes: Pbro. Manuel Salvador García, y Mons. Leonardo Urbina. “Somos el Cuerpo de Cristo”. 1 Corintios. 12,27».
Iglesia rompe el silencio por arresto de sacerdotes
La tarde del jueves, 14 de julio, la Diócesis de Granada emitió un mensaje pastoral donde manifiesta su dolor por el encarcelamiento de dos sacerdotes de dicha jurisdicción eclesial a manos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«Damos gracias a Dios por las oraciones, el cariño y la solidaridad de ustedes (fieles) en estos tiempos difíciles. Su compasión nos une en el sufrimiento que nos causa el encarcelamiento de los padres Manuel Salvador García y monseñor Leonardo Urbina, con ellos nos ponemos todos en las manos del Señor», señala el mensaje del Consejo Presbiteral de Granada.
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El mensaje de la Diócesis llega tras semanas de silencio de las autoridades de la Iglesia en plena ola de persecución religiosa iniciada por parte del régimen orteguista.
Horas antes del mismo día, el sacerdote Allan Alfonso Paizano, de la Parroquia Santiago Apóstol, en Boaco denunció la detención de monseñor José Leonardo Urbina Rodríguez, quien fue acusado de supuestamente cometer los delitos de «violación y lesiones psicológicas» a una menor.
Durante el programa transmitido por Radio Católica de Boaco, el líder religioso dijo que la familia y la comunidad «se encuentran dolidas» por la forma en la que ha sido tratado el sacerdote como si «se tratara de un delincuente».
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«El hermano Leonardo (Urbina) no pelea con nadie es una persona súper llevadera siempre ha sido súper amable, amigo de todos, cómo no va a doler. Duele en lo más profundo verlo humillado, esposado, como un delincuente, duele», expresó el padre.
Esta es la primera vez que la Iglesia católica condena el arresto de dos de sus prelados y llama al pueblo de Nicaragua a unirse en oración por la liberación de los dos nuevos reos de conciencia de Ortega con los que ya suman más de 190.