El régimen de Daniel Ortega, en más de 10 meses, ha negado reiteradamente las visitas, llamadas, cartas o cualquier tipo de comunicación entre los hijos e hijas menores de edad con las personas presas políticas que permanecen cautivas en el Complejo Judicial Evaristo Vásquez, mejor conocido como «El Nuevo Chipote», denunció la Unión Democrática Renovadora (Unamos antes MRS).
La agrupación política, en su cuenta de Twitter, señaló que el aislamiento e incomunicación a la que la dictadura ha sometido a los rehenes de conciencia tiene el objetivo de «quebrar el espíritu» de los reos de conciencia.
Señaló que los opositores encarcelados «no han podido ver a sus hijos y está prohibido que les lleven fotos o mensajes durante las visitas».
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Los familiares de reos políticos han solicitado de diferentes maneras se permita a sus parientes tener algún tipo de contacto con sus hijos; sin embargo el régimen de Ortega se ha negado a esta demanda.
Algunos de los presos políticos como Miguel Mora, Támara Dávila y Miguel Mendoza han demandado, en reiteradas ocasiones a la administración de Ortega, que les permitan al menos una llamada telefónica o una carta a sus hijos, pero esta petición nunca se toma en cuenta.
El defensor Pablo Cuevas indicó, anteriormente al equipo de Artículo 66, que la dictadura de Ortega al no permitir el contacto entre madre, padre y sus hijos «está provocando la segregación familiar».
Además, de la incomunicación con el exterior «muchos de los presos políticos permanecen en celdas de castigo, aislamiento y en algunos casos en solitario. ¡Los están matando lentamente!», insistió Unamos.
En más de 10 meses de encarcelamiento la dictadura de Ortega solo ha permitido siete encuentros entre los familiares y los presos políticos «El Nuevo Chipote». Los parientes de los reos continúan incansablemente demandando que se cumpla con el periodo de visitas establecido en la ley, lo que permitiría que esos encuentros se dieran cada quince días en la cárcel.