«El año 2021 cierra con un conjunto de victorias para la oposición nicaragüense», manifestó el analista político y economista Enrique Sáenz ante la muestra del repudio de la población a las viciadas elecciones presidenciales de Daniel Ortega que conllevó al desconocimiento mundial de los resultados.
«A pesar de la intimidación, amenazas y cerco represivo impuesto por la dictadura, la población le dio la espalda a los Centros de Votación (CV) y se ausentó. El régimen no pudo exhibir filas interminables en los centros (el siete de noviembre). Creo que esa es una lección poderosa, contundente», dijo en el programa En Contacto de Artículo 66.
Sáenz también resaltó la «victoria» de la oposición en términos internacionales, luego que los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) calificaran de ilegítimas las elecciones de Daniel Ortega, y la posterior molestia del régimen que decidió iniciar el proceso de retiro de Nicaragua del sistema regional. «Esos lloriqueos es la confesión de una derrota (…) por la pantomima (de elecciones) que montó», sostuvo.
Este aislamiento internacional ha calado en el régimen al punto de adoptar una «medida desesperada» de romper relaciones con su generoso cooperante Taiwán para recurrir a la China comunista.
«Con esta maniobra, Ortega pretende enviar un mensaje de aliento a su escuálida filas que quedaron bien golpeadas en noviembre frente a todos los agobios, y es un mensaje (para los grandes empresarios y allegados como el Ejército de Nicaragua) de decirles que “ahí vienen los riales”, las inversiones, empleo, dónde repartir. Y un tercer mensaje, colocar en la agenda el tema geoestratégico para llevar la crisis nicaragüense nacional al conflicto entre las grandes potencias», explicó Sáenz.
Sin embargo, el analista duda que el país sea competitivo en el mercado asiático y sostuvo que a China «lo que le interesa es vender» sus productos.
Descomposición en el círculo de poder de Ortega-Murillo
El 2021 también cerró con el inicio de «sospechas» entre las mismas filas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo y su partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). El régimen habría impuesto «país por cárcel» a muchos de su mismo círculo desde que el comisionado mayor de Nueva Segovia, Javier Martínez, abandonó Nicaragua y pidió asilo en Estados Unidos.
Los funcionarios de Ortega se ven «acorralados» pues, además de ser sancionados por la comunidad internacional, también están propensos al castigo de los Ortega-Murillo.
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«De ahí la cacería de brujas que ya empezó (…) la gran mayoría de los que han sido seguidores de Ortega, incluso dentro del círculo, no están dispuestos a irse en un pozo, ellos y su familia, junto con una macolla irresponsable, criminal, que no le importa el país», indicó Sáenz.
Otro de los fracasos de la administración orteguista es que, a pesar de los datos «triunfalistas» en términos económicos, el país continúa con bajo niveles en creación de empleo de apenas un 0.5 por ciento, y quienes poseen un empleo formal presentan un progresivo deterioro en su salario.
«El aumento de la canasta básica al último mes que publicó el Inide (Instituto Nacional de Información de Desarrollo) ha acumulado en octubre mil córdobas más que en enero 2021 (US$ 28.00), significa que si no recibiste un ajuste en tu pensión, tu salario o ingresos de mil córdobas mensuales ya tenés que comer menos frijoles, queso, arroz o gallopinto», explicó el economista.
Además, «una parte significativa de medianas, pequeñas y micro empresas, y algunas grandes, están “mordiendo el leño” porque buena parte tiene que pagar los altos precios de los combustibles, de la tarifa eléctrica, son perseguidas y acosadas por las alcaldías, DGI (Dirección General de Ingreesos), DGA (Dirección General de Aduanas), Ministerio del Trabajo, INSS (Seguro Social) y siendo víctimas de competencia desleal por empresarios allegados a la dictadura».
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Sáenz advirtió que la crisis socioeconómica y política está provocando el éxodo masivo de nicaragüenses hacia destinos como Estados Unidos y Costa Rica lo que manifiesta la descomposición económica y social bajo el mandato de Daniel Ortega.
Desafíos de la oposición en 2022
A juicio del analista político, las organizaciones de oposición deben continuar multiplicando un mismo discurso contra la ilegitimidad de la releección del mandatario Daniel Ortega y las pretensiones de su régimen tras otorgarse otros cinco años en el poder. «Anticipándose a la pantomima de Ortega de llamar a un diálogo, contubernio, acuerdo de mafiosos, malhechores», indicó.
«Tenemos que cuidar que esas expresiones de rechazo al régimen se transformen en trincheras que profundicen la fragmentación o separación de la oposición. Con humildad, con compromiso de patria, olvidarse que cada uno es dueño de la verdad y generar espacios de concertación», recomendó Sáenz.