El régimen de Daniel Ortega otorgó la nacionalidad nicaragüense a más familiares del expresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, quien huye de las leyes de su país de origen y donde lo acusan de enriquecimiento ilícito
La Gaceta, Diario Oficial, en su publicación de este martes, 24 de agosto, indica que, a través de la Dirección de Migración y Extranjería, dependencia adscrita al Ministerio de Gobernación certifica que al menos tres parientes más de Sánchez Cerén obtuvieron la nacionalidad nicaragüense «por extensión», ya que sus padres también fueron nacionalizados y es, según justifican, les da derecho a ser naturalizados.
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De acuerdo con la publicación oficial La Gaceta, la nacionalización fue otorgada a los salvadoreños Salvador Antonio Sánchez Villalta, quien es hijo del exmandatario acusado de corrupción en El Salvador. También, fue beneficiada Alejandra Sofía Guardado Sánchez, nieta del mismo; y su bisnieto, Carlos Manuel Pacheco Guardado.
Ya antes, el pasado 30 de julio, el Gobierno de los Ortega-Murillo habían concedido la nacionalidad nicaragüense al propio Sánchez Cerén, Rosa Margarita Villalta, esposa del exmandatario, a Claudia Lissette Sánchez Villalta, hija del prófugo, y a Juan Carlos Guardado Sánchez, nieto del expresidente.
El exmandatario salvadoreño, que se ha identificado como amigo de los Ortega-Murillo, gobernó su país entre el 2014 a 2019. No obstante, las investigaciones que lo tienen arrinconado y prófugo de la justicia corresponden a su periodo como vicepresidente de Mauricio Funes (2009 a 2014). Este último también huyó de su país tras las acusaciones y de igual manera se refugió en Nicaragua donde recibe la protección del régimen.
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Un judicial de El Salvador ordenó el 28 de julio la búsqueda y captura internacional del expresidente Sánchez Cerén. Ahora es considerado prófugo de la justicia y esta siendo procesado por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. La justicia salvadoreña ha girado oficio a la Interpol para que lo localice y lo capture.
Mientras el régimen de Nicaragua le otorga nacionalidad a personajes como Mauricio Funes y Sánchez Cerén, el ocho de agosto le canceló de forma arbitraria la nacionalidad a la dirigente política opositora Kitty Monterrey, quien es hija de una nicaragüense y por precepto constitucionalidad también tiene la ciudadanía.
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Medios comunicación salvadoreños aseguran que Sánchez Cerén es solicitado por la justicia de aquel país para ser investigación por un caso conocido como Saqueo Público, que abarca desde 2009 hasta 2014, durante la administración de Funes, tiempo en el que la Asamblea Legislativa aprobó 80 millones de dólares para la Casa Presidencial para los cinco años de gobierno, sin embargo, mediante maniobras no muy claras, se convirtieron en 351 millones que no fueron autorizadas por el Legislativo. Según la Fiscalía, el dinero saqueado fue utilizado para financiar «sobresueldos y bonificaciones fuera de ley».
Por su parte, Mauricio Funes tiene seis órdenes de captura por diversos actos de corrupción cometidos durante su mandato presidencial, de 2009 a 2014. Se refugió en Nicaragua a partir del 2016 y al igual que el caso de su coterráneo y socio político Sánchez Cerén, fue nacionalizado nicaragüense, él y su familia en julio de 2019.