La vicepresidenta y vocera del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, utilizó su alocución del miércoles, 19 de mayo, a través de sus medios de propaganda para exigir una vez más a la comunidad internacional que no intervenga en los conflictos internos del país.
La nueva arremetida de Murillo en contra países que condenan su dictadura persiste un día después que durante el acto de conmemoración del natalicio de Augusto C. Sandino, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, arremetiera contra el gobierno de Estados Unidos a quienes les exigió que no intervenga en los procesos electorales del siete de noviembre.
«Enviamos un mensaje clarito a la comunidad internacional, que nosotros respetamos a todo pueblo, a todo gobierno, a todo país en el mundo y exigimos igual respeto para nuestra Nicaragua, exigimos la consideración que merecemos, porque los asuntos de Nicaragua son de los nicaragüenses…», reiteró.
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«Desde esta Nicaragua exigimos respeto, merecemos respeto. Hay una historia de valentía, de vigor, de gloria detrás del pueblo nicaragüense, una historia que nos sustenta día a día, y una historia que estamos escribiendo con la misma valentía, luchando para salir de la pobreza», agregó la vicemandataria.
En alusión a los procesos electorales, Rosario Murillo dijo que son «los hijos de Darío y de Sandino» los que deciden cómo «vamos orientando nuestros procesos, cómo los vamos caminando, pensando siempre en la familias nicaragüenses, porque pensamos juntos como familia, porque todas nuestras luchas que son luchas por la paz, por el bien, por la dignidad de todos, son luchas de las familias que vivimos en esta Nicaragua de bendición, es bendición que no nos abandona».
«Los procesos constitucionales y populares y sociales son de soberanía nacional y eso que les quede claro a los que todavía piensan que Nicaragua vive tiempos idos, tiempos en que nos volvería a decir lo que teníamos que hacer, a imponernos, arruinarnos, esos tiempos están idos no volverá jamás, con la ayuda de Dios», fustigó murillo.
«Ataques de odio epiléptico»
Como es costumbre de la primera dama, también despotricó en contra de opositores y expresó que «quienes no viven ni la fe, ni los valores ni el sentido de familia o comunicada ni el amor al prójimo no pueden sentirse nicaragüenses o reclamar que la lucha que la paz implica el respeto de todos…».
Además calificó de «ataques de odio epiléptico» las protestas sociales de 2018, la que el régimen reprimió a punto de balazos en busca de acabar con las manifestaciones de los opositores que primeramente se oponían a las reformas al seguro social.
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«Cuando no pensás ni sentís ni querés como nicaragüense, se vuelve comprensible porque estás viendo esta tierra como una tierra ajena, no la ves como tu tierra, porque estás viendo a este pueblo como un pueblo que no te pertenece, no lo ves como tu pueblo, porque además no aplicás en la vida cotidiana los valores aprendidos (…) no practicás el cristianismo que es el amor al prójimo, que es el amor a tu pueblo, que es el amor a tu suelo sagrado, que es el amor a la patria bendita».
Feriado el 31 de mayo, amparado en el Día de la Madre
La vocera de la dictadura anunció que para el 31 de mayo se decretó día de asueto con goce de salario para los y trabajadores del sector público, «para que en goce y disfrute dice, la ministra, doctora Alba Luz Torres, todas las madres y padres celebren con toda su familia y sus hijos, el Día de las Madres nicaragüenses», con lo que estarían imponiendo otro fin de semana largo y llamando a reunirse en medio de un repunte del COVID-19.
«Este comunicado propuesto por la ministra fue aprobado por nuestro comandante Daniel (Ortega), celebración bonita, en familia, en hogares (…), Día de la Madre para estar juntos en familia y subrayando lo privilegiados que somos de tener esta cultura, cultura de valores, esta cultura de defensa de la vida desde el vientre materno, esta cultura que promueve amor y paz, esta cultura que nos identifica a todos como gran familia nicaragüense», argumentó.
Murillo concluyó afirmando que su régimen sigue luchando por la paz de los nicaragüenses, libre de egoísmo y avaricia, «libre sobre todo de mala voluntad, de mala vibraciones, de malas energías», además expresó que le pide a Dios estar libres de presiones, libres de intromisiones, «porque merecemos que se reconozca nuestra soberanía y que nos respeten porque el respeto al derecho ajeno es la paz».