Las reformas al reglamento de la Ley de Seguridad Social impuesta por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en la que establece el aumento de los aportes a los pensionados, asegurados y empresas; para solventar la crisis en la que se encuentra el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), no son suficientes para cubrir el déficit financiero que sufre dicha institución, según estimaciones que hizo la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
El análisis de los economistas de Funides resalta que la causa principal del déficit del INSS se debe a la caída del 17.3 por ciento del empleo formal. Esto indica que el sistema de seguridad social pasó de 913,797 cotizantes al cierre del 2017, a una diferencia menor a los 755,874 trabajadores formales en 2018.
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“Esta reducción de 157,923 cotizantes, es la clave de la ineficacia de la reforma, pues esos cotizantes hubieran contribuido con ingresos al INSS en 2019 por 5,345 millones de córdobas sin reforma y 6,428 millones con la aplicación de la reforma de febrero de 2019”, valoran los economistas de Funides.
El Funides proyecta que si este año el Producto Interno Bruto (PIB), con las reformas fiscales presenta una caída entre el -1 y -5.4%, el INSS podría tener un déficit financiero que oscila entre 1,874 y 2,566 millones de córdobas. Sin embargo los economistas afirmaron que de no haberse aplicado el ajuste, el panorama financiero sería más catastrófico.

“La reforma propuesta por el gobierno en abril de 2018, la cual era onerosa sobre el empleador, empleado y pensionado, podría haber mantenido el balance del INSS en positivo por 20 años. El gobierno está perdiendo la oportunidad de encauzar al INSS por la senda de sostenibilidad financiera”, dice el Funides.
Los empresarios consideran que las reformas serán insuficientes para cubrir el déficit financiero debido a la mayor pérdida de afiliados. En el 2018 el número de asegurados pasó de 913,797 a 755,844, lo que representa una caída de 157, 933. Además del aumento de la contribución del 18 por ciento, que provocará un efecto negativo sobre el empleo formal, que su reducción se estima que sea de un 9 por ciento. Por último, el Funides proyecta que la contracción (caída), del PIB en este año, ocasionará una mayor pérdida de asegurados. “Contracción del PIB, de 7.3% incidirá a la baja en el número de asegurados en 10.2% adicional”.
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El Funides lamenta que a pesar de las reformas que impuso el régimen para aumentar la carga a empleados, empleadores y pensionados, estas no fueron suficientes para alcanzar los objetivos. “El INSS muestra un déficit en su balance desde el 2013”, concluyeron los expertos.