El juicio programado para este viernes, 24 de mayo, en contra de los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda, director y jefa de prensa de 100% Noticias, fue suspendido nuevamente, según lo informó a los medios de comunicación el abogado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Julio Montenegro. Esta sería la quinta vez consecutiva que el régimen orteguista se niega a celebrar dicho proceso y tampoco libera a los comunicadores que fueron secuestrados desde el 21 de diciembre de 2018 por ejercer su derecho constitucional a informar.
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“El juicio se suspendió como era de esperarse, sabemos que ellos no tiene un asidero legal, ellos siempre tienen eso, una de dos, o no llegan o reprograman, pero esta vez no llegaron ni tampoco reprogramaron, nosotros lo que estamos demandando es la liberación, nos presentamos por una cuestión de requisito legal para que después no digan que nosotros estamos incumpliendo de no presentarnos”, denunció la periodista Verónica Chavez, esposa de Miguel Mora.
Hasta el momento, el juez Edgar Altamirano, quien está a cargo del caso de ambos periodistas, no ha brindado ninguna explicación del por qué suspendieron el juicio. “Lo que queremos es la fecha de cuándo los van a liberar, ya incluso los debieron haber liberado, porque hay una orden de la Corte Interamericana de Justicia, que ellos tenía que ser liberados de inmediato porque tienen medida cautelar, sin embargo no lo han hecho, a qué se debe esto, a falta de voluntad”, detalló la esposa del periodista.
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Los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda fueron detenidos el 21 de diciembre de 2018 y las instalaciones de 100% Noticias fueron confiscadas por la dictadura. Ambos comunicadores están siendo acusados por el delito de provocación, proposición y conspiración para cometer actos terroristas.
CRÓNICA DE OTRA FARSA ANUNCIADA
De los mismos creadores de “¿En qué ruta venía la vieja?”, “Así matamos a Bismarck” y “Más vale una película tarde que una condena en la Corte Penal Internacional”, ahora nos traen “Aquí están las pruebas de golpe”, que no es más que otra operación de contrainteligencia con las que crean matrices de opinión favorables que sirven para confundir a la opinión pública nacional e internacional en un intento desesperado por detener las sanciones contra Ortega y su pandilla.
Si no, veamos:
1. ¿Cómo es posible que teniendo una red de orejas tan eficiente con la que identificaron, detuvieron y encarcelaron en tiempo récord a más de 600 “terroristas”, hayan dejado pasar un año para encontrar armas en Jinotepe, y quién sabe, si también un día de estos los indicios de un arma de destrucción masiva y los restos de Bismarck?
2. ¿Cómo es que desentierran armas sin protocolos de levantamiento de pruebas y cadena de custodia? ¿Y cómo es que estas aparecen envueltas en bolsas plásticas comunes y corrientes, sin grasa y en perfecto estado en un suelo tan húmedo como el de Carazo?
3. Y si mañana aparece Bismarck, ¿quién garantiza que realmente es él y no uno de los tantos indigentes de Carazo que se alzaron en los tranques y fueron masacrados por los paramilitares para luego enterrarlos en fosas comunes que nunca fueron investigadas? ¿Quién asegura que el peritaje de ADN de Medicina Legal no está alterado como otros tantos otros dictámenes con los que han favorecido a los amigos del régimen?
Llegados aquí, cuando presenten la próxima farsa no nos extrañemos si:
1. Al igual que convirtieron en desalmados terroristas a estudiantes, profesores, abogados, médicos, comerciantes y demás gente de bien que ha protestado, conviertan en “sandinistas asesinados”, a todos los indigentes masacrados. De esta manera tendrán un elemento perfecto, para victimizarse y meterle miedo a sus bases con el cuento del “exterminio sandinista”, y de esta manera avivar la polarización y preparar un escenario de fanatismo mucho más peligroso del que han llegado hasta ahora.
2. Logran “demostrar” que los que ordenaron esos asesinatos y el entierro de esas armas, fueron precisamente la dirigencia del MRS, a la que tantas ganas le andan, los presos políticos que no están dispuestos a liberar, los que se fueron al exilio o incluso, alguno de los que han estado sentados en la mesa del INCAE. Lo que podemos apostar es que jamás van a presentar ninguna prueba contundente del supuesto papel de la CIA, las maras, el narcotráfico y las mafias del sur de la Florida del golpe que ellos mismos se inventaron y, por supuesto, que seguirán usando a los presos politicos, como moneda de chantaje y cambio.
3. Las armas de fuego tienen borrados los números de serie y no permiten, además, ningún acompañamiento y verificación internacional independiente. Eso, por supuesto, imposibilitará su identificación y la investigación del origen, con lo que evitarían que se sepa: (1) Si salieron de las bodegas del ejército o la policía; (2) Si las trajeron directamente de El Salvador, Cuba o Venezuela, de donde también fueron precisamente ELLOS los que trajeron MERCENARIOS REVOLUCIONARIOS; (3) Si los coleccionistas orteguistas compraron algunas de esas armas en los Estados Unidos, o incluso, (4) Si fueron decomisadas, robadas o donadas por algunas armerías y empresas de seguridad privadas de Nicaragua, como sabemos que efectivamente ocurrió.
La dictadura está aplicando teorías de “falsos-positivos” de las que en Nicaragua jamás se había hablado. Están desesperados y por eso no dejan de meter las patas. Sus asesores extranjeros y sus especialistas no paran de subestimarnos y vernos como indios estúpidos. Dios está con nosotros. La verdad y la justicia brillarán más tarde o más temprano.