El Papa Francisco pronunció este viernes, 21 de diciembre, un durísimo discurso ante toda la curia del Vaticano, donde remarcó que todo sacerdote que abuse de menores será llevado ante la justicia; en lo que se considera una aceleración en su política de transparentar la milenaria institución ante la plaga de la pederastia clerical.
“A los que abusan de los menores querría decirles: convertíos y entregaos a la justicia humana, y preparaos a la justicia divina”, sentenció con dureza el Papa, en lo que habitualmente era un saludo de Navidad para los cardenales y obispos que laboran en la Santa Sede y convertido por el argentino Jorge Mario Bergoglio en una cátedra de auto-crítica del máximo organismo de la Iglesia Católica.
“Está claro que, ante estas abominaciones, la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes”, puntualizó el Pontífice; quien durante el 2018 se ha visto forzado a acelerar los tiempos de reforma de la Iglesia alrededor de la pederastia clerical, que ha minado la credibilidad de la Iglesia en países europeos y en Norteamérica.
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“La Iglesia nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso”, subrayó el Papa ante la mirada atónita y tensa de cardenales y obispos en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. El Pontífice lamentó que los eclesiásticos “en el pasado, por ligereza, por incredulidad, por falta de preparación, por inexperiencia o por superficialidad espiritual y humana han tratado muchos casos sin la debida seriedad y rapidez. Esto nunca debe volver a suceder. Esta es la elección y la decisión de toda la Iglesia”, dijo.
Del mismo modo, el máximo líder de la Iglesia Católica abordó que en febrero de 2019 los presidentes de las Conferencias Episcopales se reunirán en una cumbre anti-pederastia en la que participarán expertos en el combate del abuso sexual a menores y también se ha enviado un cuestionario para ver las debilidades de la institución religiosa en cada país ante la prevención y tratamiento del tema.
“A los que abusan de los menores querría decirles: convertíos y entregaos a la justicia humana, y preparaos a la justicia divina, recordando las palabras de Cristo: ‘Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen una piedra de molino al cuello y lo arrojasen al fondo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es inevitable que sucedan escándalos, ¡pero ay del hombre por el que viene el escándalo!'”, expresó con voz grave y seria el Pontífice, quién agradeció a los periodistas y medios de comunicación que han dado voz a las víctimas de la pederastia clerical.
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El Papa Francisco tampoco tuvo repararos para decir que el 2018 ha sido el años más convulso de sus casi seis años de pontificado. Comparó los escándalos de pederastia surgidos en EE.UU., Chile e Irlanda y las luchas intestinas entre las fracciones progresistas y conservadoras en el seno de la Iglesia como “tormentas y huracanes”.
Este año, en el mundo turbulento, la barca de la Iglesia ha vivido y vive momentos de dificultad, y ha sido embestida por tormentas y huracanes. (…) Mientras tanto, la Esposa de Cristo continúa su peregrinación en medio de alegrías y aflicciones, en medio de éxitos y dificultades, externas e internas. Ciertamente, las dificultades internas siguen siendo siempre las más dolorosas y destructivas”, finalizó el Pontífice, quién volvió a aguijonear a la Curia Vaticana, a quiénes fustigó nuevamente sus privilegios y les llamó a la conversión sincera.
La crisis de la iglesia norteamericana
Tan solo en esta semana, en EE. UU. le explotó a la Iglesia Católica de ese país otro escándalo de abusos en el estado de Illinois, dónde la Fiscalía acusó a 500 sacerdotes católicos de abusos deshonestos contra menores, cometidos en el lapso de siete décadas.
“Al elegir no investigar a fondo las denuncias, la Iglesia Católica no ha cumplido con su obligación moral de proporcionar a los sobrevivientes, feligreses y al público un informe completo y preciso de todos los comportamientos sexuales inapropiados que involucran a los sacerdotes en Illinois”, dijo la fiscal del Estado, Lisa Madigan; cuya investigación sobre los acusados sobrepasa la realizada por el Gran Jurado de Pensylvania, que determinó que 300 curas habían abusado sexualmente de niños en el lapso de 70 años.
Por su parte, el arzobispo Blase Cupich de la ciudad de Chicago (capital de Illinois, EE.UU), lamentó los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en diferentes épocas contra menores y expresó su pesar por el fracaso de la Iglesia local en el combate de la pederastia.
“Quiero expresar de nuevo el pesar de la Iglesia al completo por los fracasos a la hora de hacer frente al abuso sexual por parte del clero”, dijo en su carta el arzobispo Cupich, quién es miembro de la comisión preparatoria de la cumbre anti-pederastia de febrero de 2019.
Cabe señalar que en la investigación de la fiscal Madigan ha incluido no solo la Arquidiócesis de Chicago, sino el resto de las Diócesis del Estado: Belleville, Joliet, Peoria, Rockford y Springfiel; dónde las autoridades se han reunidos con la jerarquía eclesiástica.
“Las etapas preliminares de esta investigación ya han demostrado que la Iglesia Católica no puede controlarse a sí misma. Las denuncias de abuso sexual de menores, incluso si se derivan de una conducta que ocurrió hace muchos años, no pueden tratarse como asuntos internos de personal”, puntualizó la fiscal.