Daniel Ortega y Rosario Murillo continúan con lo que Paulo Abrão, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha descrito como una tercera fase de represión en Nicaragua con un carácter «más crudo». Además de criminalizar las protestas ciudadanas, de encarcelar a los líderes sociales y estudiantiles, la dictadura Ortega está utilizando a sus fanáticos y operadores políticos en los departamentos para amenazar de muerte y realizar fuertes campañas de intimidación en contra de los periodistas independientes.
Otra prueba de esta persecución al periodismo en Nicaragua es la denuncia que esta mañana realizó el director de Radio Corporación, Fabio Gadea Mantilla, quien aseguró que sus diez corresponsales en los departamentos han sufrido agresiones y amenazas por parte de simpatizantes del Frente Sandinista.
«Todos los corresponsales de Radio Corporación han recibido amenazas de muerte, y son asediados constantemente, últimamente ha aparecido en las redes sociales un dato estremecedor en el cual ofrecen 5 mil dólares por la cabeza de Yilber Idiáquez, un corresponsal muy destacado en la ciudad de Masaya».
«Nuestra única arma es nuestro teléfono»
El corresponsal de Radio Corporación, en Masaya, aseguró que desde que iniciaron las protestas es víctima de serias amenazas de muerte. Masaya, que durante los primeros 100 días de protestas, fue el bastión de resistencia más fuerte en contra de la dictadura de Daniel Ortega, según el informe preliminar de la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos (ANPDH), fueron asesinadas 55 personas y todavía hoy se mantiene sitiada por paramilitares rojinegros.
«Las amenazas vienen desde que iniciaron las protestas y la represión el 18 de abril. Desde un primer momento me identificaron que era de este medio de comunicación (Radio Corporación) y tuve que refugiarme en una casa aproximadamente unas 5 horas, después continuaron las amenazas por Facebook, y me dijeron que me iban a encontrar, que mi iban a agarra, que me iban a silenciar».
Yilber Idiáquez cuenta que ha tenido que salir de su casa por motivos de seguridad. El periodista además de su labor como corresponsal de Radio Corporación también colabora con páginas de perfil noticioso en las redes sociales, y asegura que va a continuar informando.
«Nuestra única arma es nuestra cámara, nuestra grabadora, nuestro teléfono, una libreta y un lapicero para salir a las calles y entrevistar a la gente para informar».
Periodista pide medidas cautelares para su familia
Aurora Leytón Morales es otra de las periodistas que ha sufrido las amenazas y la persecución por parte de fanáticos y operarios políticos sandinistas. La corresponsal de Radio Corporación en Matagalpa tiene más de 20 años de ejercer el oficio. Debido a la gran cantidad de amenazas recibidas pidió a la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), medidas cautelares para su familia.
«Yo le pido públicamente a la CPDH que incluya a mi familia en las medidas cautelares porque mi familia ha sido amenazada, mi madre aquí presente y mi hijo, que ellos saben que es mi único hijo y por ahí me han atacado».
Leytón visiblemente emocionada señaló entre lágrimas que su único delito es informar lo que sucede en su ciudad, y señaló directamente al alcalde sandinista de Matagalpa Sadrach Zeledón de ser el responsable de las amenazas que sufre.
Preocupación por el periodismo
El director de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, señaló que estos actos de represión en contra de la libertad de prensa son preocupantes y señaló que por más que el régimen de Daniel Ortega esté tratando de callar a la prensa libre los organismos de derechos humanos no van a dejar solos a los periodistas.
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«Es preocupante que quieran callar a nuestros hombres y mujeres de prensa con amenazas, asedio, persecución, incluso hasta con quitarle la vida. Estos actos de intimidación que realizan estos cobardes, estos grupos afines al Gobierno, les queremos decir que estamos pendientes y que no vamos a dejar solo a nuestros periodistas».
Sobre el caso de Yilber Idiáquez en el cual se ofrecía una «recompensa» por dar información del periodista, Carmona señaló que era una involución por parte del régimen orteguista.
«Pareciera que estamos en el salvaje oeste, parece que este Gobierno y su grupo de paramilitares no han evolucionado en el tiempo. La vida es el bien más preciado que tenemos y tiene que respetarse».
La CPDH comunicó que ya ha solicitado medidas cautelares para más de 60 periodistas de distintos medios de comunicación.
Mientras que la misión conjunta de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y Reporteros Sin Fronteras (RSF), quienes visitaron Nicaragua para conocer la situación de la libertad de prensa en el país acaban de presentar un informe en el que demandan un «cese inmediato de toda agresión física, intimidación y amenaza generada por grupos violentos, parapoliciales y paramilitares identificado con el gobierno, así como ciber militantes que actúan para difamar e insultar a periodistas independientes».
ESTOS 2 DEMENTES TIENEN Q IRSE DE NICARAGUA.