Las comunidades de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) siguen sumidas en una graves crisis de salubridad, pobreza y falta de acceso a agua y alimentos desde el pasó de los huracanes Eta e Iota, y para colmo de males, están en el olvido institucional pues han sido relegadas de toda agenda informativa y de atención, según lamentó la directora regional del Fondo de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Jean Gough, quien visitó recientemente esa zona.
En una entrevista concedida por la funcionaria del organismo internacional de la ONU a la agencia internacional de noticias EFE, alertó sobre el «olvido institucional» de la RACCN de Nicaragua, que de hecho es la más pobre y aislada del país con una población aproximada de unos 500,000 habitantes, en su mayoría indígenas y que fue severamente golpeada por Eta e Iota.
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Gough, declaró a EFE que visitó cuatro comunidades durante una gira de seis días en Nicaragua, para constatar el impacto que dejaron los dos huracanes en la RACCN, y luego de ver los daños que aún persisten y siguen visibles los catalogó como «enormes» y urgió buscar soluciones a las necesidades de esa población.
La funcionaria de la UNICEF relató que «en Wawa Bar, una comunidad indígena costera de 1,512 habitantes, ubicada a 24 kilómetros al sur de Bilwi o Puerto Cabezas, ciudad cabecera de la RACN, a la que se puede llegar por helicóptero, vía acuática sobre el río Lamlaya, o desde el mar Caribe, un barco quedó enclavado en el centro de esa aldea».
«Eso muestra el impacto, y el impacto fue grande», dijo Goung que además hizo notar que producto de los severos daños sufridos en la infraestructura y cultivos de esas comunidades, así como el difícil acceso, la recuperación va a ser lenta .
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Agregó que un problema latente es la contaminación de las fuentes de agua para consumo humano, las que fueron inundadas por las corrientes y las contaminaron, al menos en dos de las comunidades más aisladas de las que visitó, donde también los daños causados a los cultivos por las mismas corrientes son grande, de igual manera en las viviendas que quedaron sin techos.
Advirtió que otro de los daños visibles es el impacto psicosocial en la niñez y adolescencia, que después de haber sido evacuados, regresaron a sus comunidades y no encontraron su vivienda de pie, indicó.
La directora regional de la UNICEF informó que hasta ahora Unicef-Nicaragua ha recibido cerca de un 50 % de la ayuda solicitada, estimada en 20 millones de dólares.
Las estimaciones gubernamentales
De acuerdo con las estimaciones del Gobierno de Nicaragua, las pérdidas ocasionadas por los dos fenómenos naturales que azotaron el Caribe durante el mes de noviembre del años pasado fueron de aproximadamente 742 millones de dólares, reconocieron oficialmente 21 fallecidos, sin incluir al menos siete víctimas, tres de ellas durante el paso de Eta, que no fueron reconocidas por las autoridades.
Entre las principales necesidades identificadas durante su visita a esa región, la directora de la Unicef mencionó el acceso al agua potable, a la energía eléctrica, a mantener la educación en secundaria, la infraestructura, y la salud mental principalmente en la niñez y adolescencia.
También la necesidad de mantener una cadena fría en los centros de salud para garantizar la vacunación más de una vez al mes, aprovechar la energía solar en esta época del año, así como la tecnología digital en el tema educativo.
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Gough abogó por darle mayor visibilidad a la crisis en la RACN, «dada la desigualdad que existe» con el resto de Nicaragua, una tarea que, según dijo, pueden hacerla Unicef colectivamente con el Gobierno y con otros sectores.
La funcionaria regional de la ONU explicó que el motivo de su visita a Nicaragua «es tratar de llamar la atención de las necesidades de esta región, porque esta región ha desaparecido de las pantallas de televisión y necesitamos hacer que realmente se puedan hacer más visible las necesidades de estas comunidades».
«Estas cosas en las pantallas desaparecen rápidamente porque vienen otros problemas que hay en otras partes del mundo y desaparecen», lamentó la directora regional de la UNICEF, que prometió que ese organismo buscará la forma de mantener visible las necesidades de los comunitarios del Caribe de Nicaragua con el fin de que sus habitantes tengan un poco de esperanza.