Jamal Jackson, un pandillero de 26 años, podría ser condenado a cadena perpetua este miércoles tras ser declarado culpable del asesinato del nicaragüense Juan Francisco López Suárez, de 39 años, y de un ciudadano mexicano en un ataque a balazos ocurrido en abril de 2023 en Northridge, California.
El crimen tuvo lugar cuando López Suárez y otras personas pintaban sobre un grafiti de pandillas en una heladería local. Jackson, al ver lo que ocurría, abrió fuego contra el grupo, matando al nicaragüense y al mexicano e hiriendo a otras tres personas.
Un jurado de Los Ángeles encontró culpable a Jackson el pasado 11 de marzo por dos cargos de asesinato en primer grado y tres de intento de asesinato con premeditación. También se le imputaron circunstancias especiales por acecho en los homicidios, lo que podría llevarlo a cumplir una condena de por vida.
Un asesinato por un grafiti
La mañana del 15 de abril de 2023, Jackson pintó un grafiti de su pandilla en la pared de Northridge Ice Cream y se marchó. Horas después, regresó y encontró a un grupo de trabajadores repintando la pared, por encargo del dueño del negocio.
Molesto por la eliminación de su grafiti, Jackson descendió de un Toyota Camry blanco, sacó un arma semiautomática tipo Uzi y disparó varias veces. Juan Francisco López Suárez y el ciudadano mexicano murieron en el acto, mientras que otras tres personas resultaron heridas, incluyendo una víctima que quedó en silla de ruedas.
Tras el ataque, el pandillero huyó en su vehículo, pero fue capturado al día siguiente en Ontario, California. Durante su detención, confesó que le enfureció ver que estaban borrando su grafiti, ya que, en la cultura de las pandillas, estas marcas simbolizan territorio y respeto.
Exiliado y encuentra la muerte
Juan Francisco López Suárez había emigrado de Nicaragua en diciembre de 2022, huyendo de la crisis política y la violencia en su país. Durante su travesía hacia Estados Unidos, fue secuestrado en México, pero logró llegar a California en enero de 2023.
Desde su llegada, trabajó en distintos oficios para enviar dinero a su familia en Nicaragua. El día del crimen, aceptó la tarea de pintar la heladería con la intención de ganar dinero extra para comprarle un pastel de cumpleaños a su hija menor, Brittany.
El dueño del negocio, Víctor Montoyo, recordó que López Suárez insistió en cubrir el grafiti, pese a que él le aseguró que la ciudad se encargaría de hacerlo. “Desafortunadamente, había un poquito de pintura”, lamentó Montoyo tras el trágico desenlace.
Aumento de muertes de nicaragüenses en EE.UU.
El asesinato de Juan Francisco López Suárez refleja los riesgos que enfrentan los migrantes nicaragüenses en Estados Unidos, tanto por la violencia como por las condiciones difíciles en las que viven.
Según datos de la organización Texas Nicaraguan Community (TNC), en 2024 al menos 201 nicaragüenses fallecieron en EE.UU. o en su ruta migratoria hacia ese país, un aumento significativo respecto a los 157 fallecimientos registrados en 2023.
De estos, 29 fueron víctimas de homicidios, lo que evidencia la vulnerabilidad de los migrantes frente a la violencia en su país de destino. Además, las principales causas de muerte incluyen accidentes de tráfico (59 casos), infartos (52 casos), ahogamientos en el Río Bravo (9 casos) y suicidios (6 casos).
A la espera de su sentencia final, Jamal Jackson enfrenta cargos por posesión ilegal de un arma de fuego, asesinato y cuatro intentos de asesinato. Su condena podría ser un precedente importante en la lucha contra la violencia pandillera y un recordatorio de los peligros que enfrentan los inmigrantes en las calles de Estados Unidos.