La nueva administración del recién electo presidente de Estados Unidos Donald Trump estaría interesada en acercarse a una oposición nicaragüense cohesionada entre sí y con opositores de Cuba y Venezuela, y más allá de las «deportaciones masivas» de migrantes prometidas por el republicano en su campaña, impulsaría reformas migratorias que garantizarán asilo a verdaderos perseguidos políticos en sus respectivos países.
Al menos esos fueron los principales puntos que abordó el equipo de transición de gobierno del presidente electo en su primer contacto con la oposición nicaragüense, específicamente con la Fundación para la Libertad de Nicaragua (Fundación Libertad).
El presidente de esa organización y exreo político desterrado por la dictadura, Félix Maradiaga, explicó a Artículo 66 que representantes del equipo de trabajo del presidente electo de EE.UU, contactaron a la Fundación Libertad para «abrir canales de comunicación con el gobierno entrante».
Maradiaga especificó que, aunque ese primer contacto fue «de cortesía», los representantes de la nueva administración republicana, que tomará posesión en febrero del próximo año, manifestaron el interés en conocer las opiniones de la organización opositora sobre la coyuntura política actual en Nicaragua, así como otros intereses y preocupaciones de las comunidades nicaragüenses en la diáspora y el exilio.
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Asimismo, los colaboradores de Trump realizaron «una invitación a tratar de procurar más cohesión, no sólo entre la oposición nicaragüense, sino también con otros grupos de oposición en el exilio, con intereses similares, particularmente el exilio cubano y venezolano».
En ese sentido, los republicanos manifestaron también que han estado en contacto con personas que conforman grupos de oposición democrática y disidencia política de Venezuela y Cuba.
«Una de las preguntas que nos plantearon fue sobre los niveles de coordinación que actualmente existen entre las expresiones de la oposición de nuestros países, por lo que les expusimos los esfuerzos de trabajo conjunto como los que realizamos por medio del World Liberty Congress y la Asamblea de la Resistencia de Cuba», indicó Maradiaga.
Tema migratorio y apoyo a Nicaragua son importantes
El presidente de la Fundación Libertad se muestra optimista en cuanto a que la llamada «de cortesía» es un gesto que demuestra la existencia de una «voluntad genuina de las autoridades electas de mantener una estrecha comunicación con los grupos disidentes en el exilio».
«Creo, además, que es una muestra de que se están buscando nuevas formas de presión que sean más efectivas frente a las dictaduras en América Latina», sostiene el exreo político nicaragüense.
Asimismo, en la conversación los integrantes del equipo de Trump, manifestaron a la Fundación Libertad que, efectivamente la nueva administración llevará a cabo cambios en las reglas migratorias pero procurarán apoyo a los perseguidos políticos.
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«El tema migratorio fue parte de la conversación, y aunque no entramos en detalles, sí se nos expresó con claridad que la voluntad del presidente Trump es reformar el sistema migratorio de manera que temas como el asilo político, por ejemplo, sean administrados de forma más eficiente y otorgados a aquellas personas que efectivamente son perseguidas en sus países. Se percibe una actitud propositiva en relación con este tema», analizó con optimismo el politólogo.
Encuentro de administración Trump con opositores de todos los colores
Otro aspecto que le hicieron saber a la Fundación Libertad, según señaló el presidente de esa organización, es que el equipo republicano también está buscando contacto con representantes de otras organizaciones opositoras y pronto podría celebrarse un gran encuentro con opositores delegados de todos los países del mundo donde hay exilio nicaragüense como Costa Rica, EE.UU. y Europa.
«Uno de los acuerdos fue sostener una reunión en las próximas semanas con una o dos de las personas que podrían ser parte de la administración entrante en temas de política exterior y seguridad para América Latina y se nos mencionaron algunos nombres. La idea sería intercambiar opiniones con los diferentes grupos de oposición nicaragüense, no sólo en Estados Unidos sino con delegados que podrían estar en Costa Rica o Europa», afirmó el dirigente opositor.
Acordamos mantener el contacto y presentarles de manera más formal cualquier insumo u opinión que sea útil para informar la toma de decisiones de las autoridades entrantes sobre Nicaragua. Finalmente, nos comentaron que este equipo también estará contactando a diversas organizaciones similares de grupos prodemocracia, con el fin de recibir recomendaciones.
Trump conoce muy bien los crímenes del dictador Ortega
Por su parte, el también exreo político y vocero colegiado de la Concertación Democrática Nicaragüense-Monteverde, Juan Sebastián Chamorro, recordó que la crisis política y social y la represión criminal ejecutada por la dictadura, en 2018, ocurrió mientras Trump ejercía su primer mandato presidencial, por tanto esa administración conoce muy bien los crímenes de Ortega.
Chamorro, indicó que muchos de los funcionarios de la administración republicana anterior probablemente repetirán en cargos esta vez y ya son conocidos por la oposición nicaragüense, lo que facilita los acercamientos para hacer incidencia en favor de la lucha.
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El dirigente opositor y exprecandidato presidencial reconoció que Nicaragua no ocupa los primeros lugares en la agenda de la política exterior de EE.UU., sin embargo confió en que «el caso de Nicaragua va a seguir siendo relevante, no solamente por el tema de la violación de los derechos fundamentales, los asesinatos, el exilio, la desnacionalización, los presos políticos y la falta de libertades, sino también por la utilización, por parte del dictador Ortega, de la migración como arma política y eso es algo de lo que la nueva administración ya ha tomado notas».
Chamorro indicó que la utilización de migrantes extrarregionales, particularmente de Asia y de África ha sido notado en Washington y este es un elemento que pone a Ortega a entrar frente a esta nueva administración «con los pies hinchados» pues el tema migratorio es asunto de seguridad nacional.
Asimismo, Chamorro aseguró que desde la oposición van a realizar todas las acciones de incidencia posibles para que el tema de Nicaragua continúe siendo «de interés general» para el Gobierno de EE.UU., y que «la administración Trump empuje cualquier tipo de acción que se pueda hacer para debilitar a la dictadura de Daniel Ortega».