Este martes, cinco de noviembre, cuando culmine el proceso electoral de Estados Unidos se estará eligiendo al presidente o presidenta de la potencia norteamericana entre el republicano Donal Trump y la demócrata Kamala Harris y cualquiera de los dos que gane, endurecerá su política contra migrantes de manera «preocupante» para los más de medio millón de nicaragüenses en ese país, analizó el exdiplomático nicaragüense Arturo McFields.
El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), consultado por Artículo 66, analiza que «quien sea el que gane las elecciones (en EE.UU.) demócratas o republicanos, el tema de la migración para los nicaragüenses va a estar más duro».
El analista recuerda que los dos candidatos estadounidenses han coincidido en que «van a ser más duros» en cuanto al tema migratorio, sobre todo porque «lo consideran un tema de seguridad nacional». Para McFields, ese eso es lo más preocupante.
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«Gane quien gane, de eso hay que estar claros, un poco más, un poco menos, ambos candidatos han prometido que van a atender el tema migratorio como un tema de seguridad nacional, entonces eso es lo que más me preocupa», reitera McFields.
Política exterior: Trump impondría más sanciones
El exembajador opina que, si gana el Partido Demócrata, con Harris a la cabeza, que de paso se convertiría en la primera mujer presidenta en la historia de ese país, no va a haber muchos cambios en cuanto a la política exterior referente a la dictadura de Nicaragua.
Esto significa que, una administración demócrata con Harris mantendría las sanciones actuales, los bloqueos a los préstamos y el aislamiento internacional.
Pero, en caso de que la victoria sea para los republicanos, según el análisis de McFields, sí habría cambios en política exterior hacia la dictadura de Nicaragua, pues la administración Trump buscaría ejercer una mayor presión contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«Habrá una presión muy fuerte para el régimen de Daniel Ortega y sus familias, y sanciones que no solo van a estar plasmadas en el papel, sino que van a tener un impacto muy poderoso sobre lo que pasa en Nicaragua», pronostica el diplomático y periodista.
McFields insiste que, de ganar Trump, «definitivamente le van a caer sanciones más fuertes al régimen y que va a haber una presión muy fuerte sobre Ortega. Se le van a acabar los días de fiesta», dice categórico el exdiplomático.
No obstante, el exembajador cree que por encima de lo que vaya a pasar en política exterior, para los que viven en EE.UU. «existe mucha inquietud, mucha expectativa», sobre los resultados de estas elecciones.
Nicaragua no es prioridad para EE.UU.
El optimismo mostrado por unos es botado por otros analistas que consideran que, efectivamente, cualquiera de los dos candidatos que gane las presidenciales estadounidenses, no habrá cambios en la política exterior con respecto a la dictadura de Nicaragua, sin embargo, consideran que el tema de del país centroamericano no está en la lista de prioridades geopolíticas de Estados Unidos.
El experto en temas de geopolítica de la Universidad de Costa Rica (UCR), Alberto Cortés Ramos, consultado por el medio nicaragüense La Prensa, dijo que hay varios puntos en los que Estados Unidos mantendrá su enfoque hacia Nicaragua, no importa quién resulte ganador, principalmente en temas relacionados con el respeto a los derechos humanos y la democracia, lo cual se hará «a través de sanciones selectivas y retórica crítica».
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En cambio, el economista Marco Aurelio Peña, también consultado por La Prensa, aunque coincide en que se mantendrá la política de presión desde la Casa Blanca, independientemente de quien sea su nuevo presidente, considera que Nicaragua no es prioridad para la política exterior de la potencia del norte.
«El es caso de Nicaragua no figura entre las grandes prioridades para Estados Unidos en el mapamundi, como lo son Ucrania e Israel», expuso el economista.
Propagandista de la dictadura sandinista, temeroso de Trump
En tanto, desde Managua, el propagandista de la dictadura William Grigsby Vado, en su programa Sin Fronteras, que se patrocina con dinero estatal, dejó ver los temores de sus jefes, los dictadores Ortega y Murillo, de que gane el candidato republicano Donald Trump.
Grigsby, que en reiteradas ocasiones ha sido utilizado por los dictadores como vocero tras bambalinas, para que anuncie acciones del régimen y medir las reacciones de la población, insistió en que un triunfo de Trump sería un «acabose» para Estados Unidos y el mundo.
Asimismo, dijo, a manera de recordatorio intimidante, que los seguidores de Trump están listos para actuar y que están muy bien armados y organizados militarmente para reacciones en caso de que los resultados no favorezcan al republicano.
«Trump va a ir condado por condado, estado por estado, ciudad por ciudad con el ejército levantando a todos los inmigrantes y los va a sacar,», intimidó el propagandista a sueldo del régimen de Nicaragua.