La persecución religiosa que ejecuta la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua se ha extendido a todas las denominaciones religiosas más importantes del país, que incluye a las iglesias católica, evangélica y morava, que han sufrido los ataques de todo tipo que lanza el régimen contra la fe.
Braulio Abarca, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, abordado por Artículo 66 sobre la persecución religiosa en el país, señala que «lamentablemente, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa ejerciendo la persecución religiosa en contra de la Iglesia católica, de las iglesias protestantes o evangélicas y Morava».
El defensor advierte que, el objetivo de la dictadura, es «el cierre de iglesias, pero también el cierre de organizaciones o de asociaciones de la sociedad civil basadas en la fe».
Asimismo, Abarca recuerda que el régimen de Nicaragua, en sus embestidas contra las instituciones religiosas ha cerrado o ilegalizado y confiscado universidades, colegios e institutos educativos con un enfoque religioso, católico o evangélico.
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«Recordemos que, a la fecha más de 1000 organizaciones basadas en la fe y órdenes religiosas han sido cerradas arbitrariamente a partir de abril de 2018, incluyendo Cáritas de Nicaragua, Cáritas de Jinotega, de Granada, de Matagalpa entre otras, así como también órdenes religiosas como la Orden de las Misioneras de la Caridad, la Orden de los Frailes Menores Franciscanos y otras organizaciones basadas en la fe que colaboraban con ayuda humanitaria pero también con formación religiosa educativa a las personas que lo necesitaban en el país», destacó el activista de los derechos humanos.
Según el reporte que mantiene el Colectivo Nicaragua Nunca Más, tomando como referencia el informe «Nicaragua: ¿Una iglesia perseguida?», elaborado por la abogada Martha Patricia Molina, al menos 870 incidentes o ataques en contra de la Iglesia católica se han registrado a partir de abril de 2018.
«Estos ataques han sido en contra de la Iglesia católica, o evangélica, recordemos que al menos 13 personas correspondientes o integrantes de iglesia Puerta de la Montaña fueron detenidas arbitrariamente y permanecieron ahí en las diferentes cárceles hasta el cinco septiembre de este año, cuando fueron excarcelados y trasladados de manera forzosa a Guatemala», mencionó Abarca.
Sacerdotes desterrados
De igual manera recordó que más de 150 sacerdotes se encuentran en el exilio y al menos una tercera parte de esa cantidad fueron trasladados forzosamente hacia la Ciudad del Vaticano o hacia Estados Unidos.
«Muchos de ellos estaban encarcelados y fueron víctimas de tortura, de tratos crueles, inhumanos y degradantes y, lamentablemente, estos actos continúan en la impunidad», denuncia el defensor.
Abarca, que trabaja en defensa de los derechos humanos desde el exilio, analiza que, los dictadores Ortega y Murillo tienen temor a la libertad que puede ofrecer la fe, pero también «tratan de controlar absolutamente todo lo que tenga que ver con el pensamiento humano, el pensamiento crítico, así como también quieren adueñarse de la fe y del alma de las personas».
Abarca recordó que, hasta hace poco tiempo, la Iglesia Morava, cuya mayor actividad se realiza en las regiones de la Costa Caribe de Nicaragua, no había sufrido ningún ataque, pero se les terminó la paz el pasado 29 de agosto cuando el Ministerio del Interior de la dictadura les canceló su personería jurídica, es decir, ilegalizó su existencia en Nicaragua.
«Recientemente también fue cerrada (ilegalizada) la Iglesia morava que es como el corazón de la creencia del pueblo misquito o de la población, misquita que lamentablemente ha quedado en una desprotección también en Nicaragua. Se continúan violentando gravemente los derechos y las libertades fundamentales de la población», señaló el activista.
Ante tales acontecimientos, Abarca llama a la comunidad internacional a que continúe monitoreando la grave violación los derechos humanos así como también se establezcan mecanismos de documentación de estas violaciones, tal como lo ha venido haciendo el Grupo de Expertos en Derechos Humanos para Nicaragua (GHREX), de la ONU, o el Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La Junta Providencial de la Iglesia Morava de Nicaragua informó que se reunieron con autoridades regionales de la Costa Caribe para «revisar la situación legal» de la Iglesia tras la cancelación de su personería jurídica, el pasado 29 de agosto de 2024.
Iglesia Morava ya está bajo ataque
Hasta antes del 29 de agosto, la Iglesia Morava, que mayormente se practica en la Costa Caribe, estaba intacta, sin embargo, esa fecha tiene que ser de mal recuerdo para los que practican esa religión, pues ese día la dictadura anunció que quedaba ilegalizada después de más de 175 años de existencia en el país.
No obstante el fulminante ataque de la dictadura, dejándolos en la ilegalidad, el reverendo Michael Dixon, presidente de la Junta Provincial de la Iglesia Morava de Nicaragua dijo, mediante un comunicado, que las autoridades regionales caribeños les transmitieron «confianza en el proceso. Y de que no existe intención de suspender las actividades de sus congregaciones, y que tampoco se confiscarán los bienes de la Iglesia Morava».