Expertos miembros de la sociedad civil de Venezuela, Nicaragua y Cuba realizaron el foro virtual «Desafiando la obscuridad desde la sociedad civil venezolana, nicaragüense y cubana» en el que se valora el rol de estos organismos en estos países que viven bajo dictadura y cómo las elecciones en Venezuela, a realizarse el 28 de julio, crean una esperanza para la región latinoamericana.
«El movimiento de Derechos Humanos en Venezuela no es grande, pero ha tenido una fuerza que le permite lograr muchas cosas, ha tenido que organizarse y capacitarse desde afuera. Los partidos políticos venezolanos tiene seguidores (exiliados venezolanos) en todo el mundo y eso es una ventaja por que se reúnen y trabajan en conjunto para empujar las denuncias en el país», dice Rigoberto Lobo, de PROMEDEHUM.
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Este 28 de julio, cerca de 21 de los 30 millones de venezolanos que están en el padrón electoral, están llamados a ejercer el voto, aunque se estima que solo podrían sufragar 17 millones que siguen en Venezuela. El chavismo, de acuerdo con analistas, apuesta a que la participación sea baja, ya que su techo es de 30% de popularidad y buscará que eso le pueda dar la victoria, mientras la oposición precisa todo lo contrario, más votos para diluir la fuerza oficialista.
Nicaragua comparte similitudes con Venezuela. «En Nicaragua debido a la ausencia de partidos políticos, la sociedad civil ha tenido que tomar el rol de parte acusatoria contra el régimen, lo que le correspondía a partidos opositores al oficialismo. La dictadura, en vez de vernos como aliados no ve como enemigos por que para ellos todo lo que “huele” a derechos humanos va en contra de sus intereses», indica la activista política Haydée Castillo.
El joven opositor nicaragüense José Alberto Montoya entregó una carta a representantes de la bancada del Movimiento Semilla, del Gobierno de Guatemala, solicitando el apoyo para denunciar y exigir la liberación de los prisioneros políticos que aún mantiene encarcelados el régimen de Daniel Ortega.
«Las juventudes nicaragüenses les escribimos para saludar el proceso democrático que se está llevando en nuestro hermano país de Guatemala, encabezado por el liderazgo del Movimiento Semilla. Apreciamos la solidaridad mostrada con las víctimas de la represión de la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo», reza la carta.
Para los jóvenes opositores, el Gobierno de Bernardo Arévalo ha dado muestras de una línea de acción coherente en cuanto a la demanda de justicia, paz y democracia en Latinoamérica por lo que esperan contar con su respaldo frente a las críticas contra la represión de la dictadura Ortega- Murillo y que, según su criterio, afecta a toda la región centroamericana.
La organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció la desaparición, desde hace dos semanas, de la periodista nicaragüense Fabiola Tercero, en medio de una «ola de represión contra la prensa» opositora en Nicaragua por parte del gobierno de Daniel Ortega.
Tercero está «en desfile desconocido» desde el 12 de julio cuando «la Policía entró por la fuerza» a su casa en Managua, donde le decomisaron su computadora y material de trabajo, afirmó RSF en un comunicado.
De acuerdo con la ONG, Tercero, comunicadora en plataformas virtuales y grupos feministas, estaba sometida «al arresto domiciliario y la obligación de presentarse diariamente en una comisaría de policía».
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Su desaparición ocurre «en medio de una nueva ola de represión contra la prensa nicaragüense», dijo RSF, que además urgió a las autoridades «a poner fin a la persecución de periodistas» y a la «censura desenfrenada».
Según RSF, que cita fuentes «sobre el terreno», el gobierno de Ortega «ha recrudecido la represión contra los pocos periodistas independientes que permanecen en el país».