El llamado Índice de Precios al Consumidor General (IPCG) se ha desacelerado, mientras que los precios de los alimentos se han incrementado en los últimos meses, sin embargo, el economista Néstor Avendaño considera que el Gobierno pronto debe reducir la Tasa de Referencia Monetaria (TRM) que permitiría abaratar los créditos bancarios y por ende, estimular la inversión.
En su análisis mensual sobre la situación económica del país, publicado en su Blog de Economía, actualizado al 13 de julio pasado, el economista Néstor Avendaño sostiene que, según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), la inflación para junio de este año ha reducido hasta en un 4.82%, un nivel muy cercano al máximo del rango inflacionario interanual de la economía del país, lo que, para el experto, significa que las autoridades económicas «están tratando de alcanzar el rango inflacionario interanual “natural”» de la economía nicaragüense, que es de entre 4.0% y 4.5%.
Gobierno debe bajar tasa de intereses para facilitar inversión
Avendaño señala que el IPCG, efectivamente, ha reflejado una «desaceleración de 5.45% en mayo a 4.82% en junio» y una tasa de inflación acumulada en este año de 2.86%. Esas condiciones, advierte el economista, deberían permitir al gobierno bajar la TRM del Banco Central de Nicaragua (BCN), «que ha permanecido “congelada” en el nivel de 7.0% desde diciembre de 2022», o por otro lado, el régimen podría optar por una «disminución del costo de la deuda».
Si el Gobierno no reduce la TRM del país, según explica el economista, «haría más restrictiva, más contractiva, la política monetaria, pero la economía nicaragüense no se está “sobrecalentando” porque el IPCG y el Índice de Precios Subyacente (IPCS) están indicando el avance hacia una menor inflación».
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En ese contexto, Avendaño advierte que, «si el BCN espera demasiado para bajar las tasas de interés con el objetivo de asegurar la reducción de la alta inflación, podría frenar demasiado el crecimiento económico y provocar una recesión y un mayor desempleo». Mientras que, si la medida es tomada antes del momento oportuno, buscando apuntalar el crecimiento económico, «podría acelerar la tasa de inflación.
Desacelera IPCG pero alimentos siguen subiendo
En su análisis, el ecónomo sostiene que, pese a la desaceleración del IPCG, la canasta de alimentos sigue en ascenso, afectando a los más pobres.
«Los precios al consumidor de alimentos y bebidas no alcohólicas son los que están reflejando una mayor aceleración inflacionaria, 7.55%, en junio de 2024, lo que afecta principalmente a la población de bajos ingresos. Cabe mencionar que la tasa de inflación interanual del costo de la canasta de 53 productos de consumo básico fue igual a 7.75% en el mes de junio de este año», añade Avendaño.
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De acuerdo con el índice de precios reconocido y publicado por el INIDE, la canasta básica en Nicaragua, para junio de este año alcanzó un costo de C$ 21,014.7, equivalente a US$ 573.8. Mientras que el salario mínimo promedio actual es de apenas U$ 234.
En medio de ese ambiente económico que contrasta entre desaceleración del índice de precios generales y aumento del costo de los alimentos «existe la incertidumbre de que los precios al consumidor están desacelerando mientras no se dispone de datos actualizados del mercado laboral, de la tasa de desempleo abierto, la tasa de inactividad, el salario promedio nominal, la productividad laboral o de la economía, entre otros, concluye el experto.
¿Qué es la TRM?
La Tasa de Referencia Monetaria (TRM) es la tasa de interés que utiliza el BCN como referencia para señalizar el costo en córdobas de las operaciones monetarias de liquidez. A esta referencia se «anclan» los intereses de financiamientos (prestamos) en todo el sistema financiero del país.
Una política monetario «contractiva» reduce los fondos prestables, es decir, la oferta de créditos del sector bancario y obliga a los agentes que dependen de este financiamiento a «contraer sus niveles de inversión», entorpeciendo el desarrollo del país.