Los diputados de la Asamblea Nacional al servicio de la dictadura Ortega-Murillo aprobaron este jueves, 23 de mayo, por unanimidad, la iniciativa de Ley de Reformas y Adiciones a la ley número 501, «Ley de Carrera Judicial» y a la Ley 260, «Ley Orgánica del Poder Judicial», con la que le quitan a los funcionarios de la Corte Suprema de Justicia la doble pensión que se recetaban y un fondo de retiro que estaba establecido para los jueces y magistrados.
La iniciativa de Ley, que fue enviada al Legislativo por el dictador Daniel Ortega el pasado 21 de mayo, fue dictaminada por la Comisión de Justicia y Asuntos Jurídicos de la Asamblea Nacional en menos de 24 horas y fue aprobada en el plenario sin mayores discusiones, con el voto de los 91 diputados entre sandinistas y colaboradores del régimen.
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La reforma, según analistas, constituye el más reciente disparo de los Ortega-Murillo contra el Poder Judicial al que mantienen bajo permanente ataque para despojarlo de facultades y poder económico, lo que incluye someterlo cada vez más a los caprichos de los dictadores.
Según el texto de la reforma, el objetivo es «garantizar la gestión administrativa y financiera del Poder Judicial, y regular la carrera judicial establecida en la Constitución Política de la República de Nicaragua, para la pronta y correcta administración de Justicia».
Las modificaciones a las normativas anulan la doble pensión que se asignaron mediante esa leyes los magistrados, jueces y otros funcionarios de ese poder del Estado. También eliminan un fondo de retiro «extra» que recetaban los funcionarios judiciales.
Monseñor José Antonio Canales, obispo de la Diócesis de Danlí, ubicada en Honduras, afirmó al medio de comunicación independiente 100% Noticias que el silencio del obispo matagalpino Rolando José Álvarez Lagos, es «voluntario» y que «nadie se lo ha impuesto».
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El líder religioso hondureño aseguró que se encuentra participando en un congreso mundial de la Pastoral Juvenil, en Roma, y fue ahí donde tuvo la oportunidad de encontrarse con monseñor Álvarez y conversar con él.
«El silencio es algo que él ha tomado como decisión propia. Él quiere evaluar todo lo que ha pasado de cara a su encuentro que todo cristiano debe tener siempre de revisión de la propia vida», comentó Canales sobre la situación del jerarca nicaragüense, quien pasó más de 500 días como reo político hasta que en enero pasado fue desterrado al Vaticano, junto a otros 18 religiosos.
El obispo de Danlí reiteró que Álvarez «está en una especie de retiro, pero personal, voluntario y que él mismo se lo ha programado. No ha habido ningún llamado de silencio exterior, sino que él mismo ha tomado a bien tener un tiempo de silencio, un tiempo de reflexión de su propia vida de cara al futuro que le pueda señalar el Señor».
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través de la Asamblea Nacional, presentó una iniciativa de ley para la creación del «Consejo Presidencial de Coordinación, Cooperación e Intercambio de Información», que tendrá bajo su control cualquier situación relacionada al crimen organizado.
Según el sandinismo, esta nueva entidad se enfocará en «la prevención, enfrentamiento y judicialización de delitos graves como el «narcotráfico, lavado de activos, financiamiento al terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva».
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La propuesta legal, presentada el jueves, 23 de mayo, subraya la necesidad de «fortalecer la coordinación entre las instituciones nacionales para combatir eficazmente estos delitos». De igual manera, indica que el Consejo servirá como «un organismo interinstitucional para mejorar la detección, investigación y persecución de estos crímenes, contribuyendo así a la seguridad ciudadana y la paz en el país».
De acuerdo con el artículo 1 de la ley, la creación del Consejo Presidencial tiene como objetivo «regular las funciones y atribuciones de este organismo para enfrentar y judicializar delitos graves». La dictadura nicaragüense afirma que la ley «será aplicable a las autoridades que conformen el Consejo, garantizando su operación bajo los términos establecidos».