El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo felicitó y expresó su apoyo a la elección del nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, considerado el «títere» de Ricardo Martinelli, quien fue inhabilitado de participar en las elecciones nacionales por enfrentar una acusación por lavado de dinero. El exmandatario solicitó asilo político en la embajada nicaragüense desde el pasado siete de febrero. Su petición fue aceptada de forma exprés.
Martinelli fue descalificado como candidato presidencial después de que se dictara una sentencia de casi 11 años en su contra por «blanqueo de capitales y lavado de dinero». Sin embargo, la popularidad del expresidente panameño sirvió de base para que Mulino tomara su lugar y, representando al partido Realizando Metas (RM), ganara las elecciones realizadas el cinco de mayo.
Noticia relacionada: El presidente electo de Panamá José Mulino difícilmente se convertirá en «aliado incondicional» del dictador Ortega
Uniéndose a la victoria de Mulino, los dictadores nicaragüenses difundieron un comunicado donde expresaron que «en hermandad nuestro americana y caribeña, celebramos la decisión del pueblo panameño de elegirle como jefe del Estado y el Gobierno, con un programa que usted mismo ha descrito como ‘caminos de esperanza para las familias panameñas’».
«Reconocemos la tranquilidad y confianza que ha mostrado su pueblo en estos comicios, así como las instituciones electorales que han ratificado su victoria», detalla la misiva, firmada por Ortega y su esposa.
De igual manera, el régimen nicaragüense espera trabajar junto a Mulino por «la unión de nuestros pueblos y gobiernos alrededor de soluciones, para mejorar en todo sentido la vida de las familias y alentar la energía optimista de nuestras juventudes».
El gobierno sandinista reiteró que «nunca olvidamos la contribución de su pueblo y sus líderes históricos, uniendo las luchas heroicas que hemos librado en toda Nuestramérica por soberanía, independencia y derechos».
Al finalizar la carta, los Ortega-Murillo le desearon a Mulino «éxitos para sus planes y proyectos, y, por supuesto, para el querido pueblo panameño».
Victoria de Mulino
Mulino, quien fue postulado inicialmente como candidato a la vicepresidencia con Martinelli, logró alzarse con la presidencia del país canalero con más de 34% de los votos a su favor, según el conteo divulgado por las autoridades electorales. El nuevo mandatario se ha declarado un político de «centroderecha» y en su país es visto como un hombre de «mano dura», capaz de usar la fuerza para aplacar protestas.
El nuevo presidente, quien asumirá las riendas de Panamá tras su juramentación el próximo primero de julio, tiene una dificultad que podría restarle independencia a la hora de gobernar: el favor que ahora le debe Martinelli a Daniel Ortega.
Noticia relacionada: Panamá votó bajo la influencia del expresidente y condenado por lavado de dinero Ricardo Martinelli
Tras su condena, Martinelli evadió la cárcel refugiándose en la embajada nicaragüense, ubicada en la capital panameña, luego de que Ortega le concediera asilo político. Desde su refugio, violando todas las leyes de su país y el derecho internacional, el condenado participó activamente en la campaña electoral.
Según una nota publicada el lunes, seis de mayo, por el medio de comunicación internacional France 24, Mulino ya se ha adelantado a advertir sobre ese problema y habría afirmado que, con respecto a Martinelli, hará lo posible por «ayudarlo» pero advirtió que será «como corresponde de acuerdo a la ley».