En el marco del Día de las Madres, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo liberará a 1,500 presos comunes para que pasen esa fecha en sus hogares. Sin embargo, la administración sandinista aún mantiene a más de 130 reos políticos detenidos en las cárceles del país, tres de ellos se encuentran bajo desaparición forzada, sin que sus familiares conozcan su paradero y estado de salud.
Por medio de su discurso vespertino transmitido en los medios de comunicación oficialistas, la vicedictadora Murillo anunció que el próximo 29 de mayo «se estará realizando el acto de beneficios legales de convivencia familiar, saludando el Día de las Madres, a 1,500 personas».
De la cifra total de prisioneros que serán liberados, 1,392 son hombres y 108 mujeres. Todos ellos han estado encarcelados en los diferentes centros penitenciarios de Nicaragua.
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Murillo expresó que la excarcelación de estos nicaragüenses se realiza para «cumplirle a la sociedad y a las madres». «(Estamos) dando esta oportunidad de nueva vida, nuevos senderos y sobre todo de dignidad a estas personas que han cometido errores y que ahora reciben la posibilidad de incorporarse a sus hogares», agregó la primera dama.
Día de las Madres sangriento
El 30 de mayo es una fecha grabada en la memoria de los nicaragüenses como el día de la masacre perpetrada por la Policía orteguista y grupos paramilitares, quienes dispararon contra una multitudinaria manifestación que partió desde la rotonda Jean Paul Genie y se dirigía hacia la confiscada Universidad Centroamericana (UCA). La movilización fue liderada por madres que ya habían perdido a sus hijos entre el 19 de abril y finales de mayo de 2018.
Aunque para la dictadura de Nicaragua esta fecha es de celebración, familiares de las víctimas de la represión afirman que ese día es de «luto nacional» porque ninguno de los opositores asesinados han recibido justicia.
Ortega y Murillo «trataron de distorsionar» la realidad al declarar el 30 de mayo, tradicionalmente celebrado en Nicaragua como el «Día de las Madres», como día feriado nacional. Para hacerlo, reformaron el artículo 66 del Código del Trabajo, añadiendo esta fecha al calendario de 10 días festivos oficiales del país.
Para las madres que perdieron a sus hijos en las protestas cívicas, la disposición de la administración orteguista es una «burla» para las víctimas de la brutal represión gubernamental.
Presos políticos siguen sufriendo
Los Ortega-Murillo siguen liberando a miles de reos comunes antes de que completen sus condenas, a pesar de que las organizaciones feministas advierten sobre el peligro que esto representa para las mujeres, especialmente cuando se trata de personas condenadas por delitos sexuales y violencia doméstica.
El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas informó que, hasta el quince de abril del 2024, el régimen orteguistas mantiene encarcelados a 138 reos de conciencia (23 mujeres y 115 hombres), sometidos a «violaciones sistemáticas de sus derechos humanos».
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Entre 2014 y 2022, el régimen nicaragüense sacó de la prisión a 38,540 presos comunes antes de que cumplieran sus sentencias. Esto equivale a un promedio anual de 4,282 excarcelaciones bajo la figura de «convivencia familiar», presentada por el régimen como un acto de «perdón presidencial».
El 2024 inició con la liberación de 1,500 prisioneros comunes, también anunciados por Murillo, que se enmarcan en el intento del régimen de opacar la conmemoración del sexto aniversario de las protestas sociales iniciadas el 19 de abril de 2018, que dejaron 355 nicaragüenses asesinados, miles de heridos y exiliados, según datos constatados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).