La OEA creó este miércoles un «grupo voluntario» que seguirá de cerca la situación en Nicaragua, casi cinco meses después de que este país dejara formalmente de ser miembro de la organización.
Por aclamación, el Consejo Permanente, órgano ejecutivo de la Organización de los Estados Americanos, adoptó una resolución que disuelve el Grupo de Trabajo sobre Nicaragua, creado en 2018.
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En el texto, la OEA advierte que «continuará dando seguimiento a la situación en Nicaragua, cuando lo estime necesario, incluso mediante un diálogo amplio con actores locales e internacionales, incluidas las autoridades nicaragüenses».
Para poder llevar a cabo crea «un grupo voluntario, abierto a la participación de todos los Estados miembros», que no generará costos para el presupuesto de la Organización, añade.
Los países de la OEA denuncian el desmantelamiento de las estructuras cívicas, un deterioro de las instituciones y poderes esenciales de un Estado de derecho y la violación sistemática y persistente de los derechos humanos.
La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, dio muestras, una vez más, de su buen manejo del discurso de odio y arremetió en insultos contra la OEA, a la que llamó, desde «estercolero» hasta «basurero de América». Esa fue la respuesta del régimen al anuncio hecho por la organización regional de que conformarán un «grupo de voluntarios» para seguir monitoreando la crisis política de Nicaragua.
Tras hablar de la supuesta paz que su dictadura ha impuesto a balazos en Nicaragua y de amor cristiano, en los primeros segundos de su alocución diaria a través de los medios de la propaganda oficialista, Murillo, soltó una andanada de insultos, primero contra la oposición política nicaragüense a la que tildó de «serviles chupasangre», y luego contra la OEA.
«Aquí estamos, caminando el mes de la paz, Nicaragua en paz. Aparentemente hay a quienes no les gusta la paz. Serán vampiros, serán chupasangre. Se alimentarán de sangre, de dolor, del sufrimiento», expresó Murillo.
El dictador Daniel Ortega empezó a facturar a sus funcionarios por la cancelación del millonario proyecto del Fondo Verde del Clima y ordenó la destitución del viceministro del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), Javier Antonio Gutiérrez Ramírez, a quien también destituyó como secretario de Cambio Climático.
«Le pasaron la cuenta, le cobraron el fracaso del régimen en el proyecto del Fondo Verde», dijo Amaru Ruiz, de la Fundación del Río.
A inicios de marzo de este año, el Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés) canceló el «Acuerdo de Actividad Financiada» (FP 146) con el proyecto «Bio-CLIMA: Acción climática integrada para reducir la deforestación y fortalecer la resiliencia en las Reservas de Biosfera de BOSAWAS y Río San Juan», propuesto por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El monto del proyecto era de 116 millones de dólares.
El informe «Nicaragua Inquiry» (Investigación sobre Nicaragua), investigación parlamentaria interpartidista del Reino Unido enfocada en la persecución política ejercida contra la oposición las instituciones religiosas y los medios de comunicación independientes; concluyó que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo debe ser llevada ante la justicia internacional para rendir cuentas por los crímenes cometidos desde 2018.
«La abrumadora evidencia recibida por la investigación pinta un panorama muy inquietante de la situación en Nicaragua. Esta evidencia es consistente con las amplias preocupaciones planteadas por organismos regionales e internacionales desde 2018», destaca el documento presentado de forma virtual por Lord Alton de Liverpool.
Durante la presentación del informe estuvo presente el politólogo y desterrado político Félix Maradiaga, que abordó las realidades de los exiliados nicaragüenses. Sobre el tema explicó que «nadie que tenga paz en su propia casa y que además sienta que puede desarrollar sus proyectos de vida en su propia comunidad, opta por emigrar».