La persecución que ejecuta el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica «no afectó en lo mínimo la fe» de los creyentes. Durante la Semana Mayor, que concluyó el domingo, 31 de marzo, la feligresía celebró al menos 115 procesiones dentro de 17 templos de diferentes departamentos del país.
San Benito de Palermo fue la única parroquia que no realizó una «procesión interna». Doña Ana María, una fiel devota que lleva casi 50 años participando en las actividades eclesiales, dijo el sábado, 30 de marzo, que León vivió su fe «con la devoción tradicional».
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«Esta es una ciudad muy católica. Las procesiones se realizaron alrededor de los templos y los feligreses acompañamos al Señor como debe ser, con el corazón dispuesto a él. Nos han querido infundir miedo con la represión, pero aquí siempre hemos vivido nuestra fe», expresó la mujer, de 67 años.
Doña Ana María lamentó que las autoridades gubernamentales «no respeten los templos, donde se han infiltrado los ‘fariseos’ (sandinistas), haciéndose pasar como buenos samaritanos». «Es triste ver cómo la gente se presta a dañar a otros hermanos, pero recibirán el castigo que viene de lo alto. Esta es la Iglesia Santa y el Señor la va a defender», aseguró.
Templos «supervigilados»
«La Policía le impone normas al pueblo, la mayoría injustas y lo amenaza con cárcel si no obedece, pero ahí está un Dios que todo lo ve y nadie se va de esta tierra sin recibir su castigo. Ya pasó en Egipto con su pueblo, Dios siempre defiende a los suyos», señaló Franklin, un joven católico de 19 años.
Aunque la vocera gubernamental, Rosario Murillo, dio a conocer planes de seguridad para proteger las expresiones religiosas, «los católicos tuvieron siempre claro que se trataba de más de una vigilancia camuflada», explica un teólogo católico, consultado para este reporte.
«El régimen intenta apropiarse de algunas celebraciones. Crea sus expresiones paralelas y les da su toque más ‘carnavalesco’ que religioso. En algunos casos hasta llegaron a llamarle ‘turismo religioso’», indica el experto. «El terror del gobierno es ver a la gente en las calles. A eso es que le temen, así sea una actividad religiosa como una procesión, sienten que todo los amenaza», agrega.
La colonial de León cuenta con una ruta religiosa, que incluye templos como la Real Insigne Basílica de la Concepción de María Catedral de León, Ermita de San Pedro, San Sebastián, El Laborío, parroquia Dulce Nombre de Jesús El Calvario, La Recolección, Nuestra Señora de los Dolores, Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora de La Merced y Zaragoza. Estos templos cuentan con su propia historia y tradición y en Semana Santa son muy visitados por turistas Nacionales y Extranjeros.
Las otras alfombras pasionarias
En otra forma de asedio, el régimen nicaragüense se impuso a través del Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR) y montó su propia fiesta partidaria. Con la ayuda de sus simpatizantes, elaboraron 30 alfombras pasionarias en la calle frente a la Alcaldía e instalaron toldos con sus coloridos emblemas para resaltar su presencia en la repartición de las bebidas tradicionales.
Para hacer la actividad más atractiva, el INTUR y la Alcaldía de León anunciaron la elección de la «mejor alfombra pasionaria» y así convencer a los artesanos de participar en el evento oficialista, que intentó mostrar una «normalidad religiosa» en Nicaragua.
Los artesanos del pueblo indígena de Sutiaba exhibieron 16 cuadros de alfombras pasionarias en la calle. En esta tradición turística y religiosa, uno de los artesanos recreó el pasaje bíblico que narra la historia del encuentro de Jesús con Judas, el que más tarde lo traicionaría por 30 monedas de plata.
Mientras que Federico Quezada, otro artesano local que lleva décadas siguiendo con apego esta tradición heredada desde sus antepasados, aplicó su destreza con material de aserrín, papel, piedra, aluminio entre otros productos para crear el rostro de Jesús con una de las frases que mencionó en la cruz antes de morir «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
«El cuadro está elaborado de aserrín ecológico, tusa de elote, sal y he aplicado técnicas modernas como la ornamentación de los respiraderos», explicó. El artista local lamentó la poca participación de artesanos y poca afluencia de visitantes en una de las tradiciones más importantes para los leoneses en la Semana Santa.
Por Voces En Libertad