Cada primero de marzo, en Nicaragua se conmemora el Día Nacional del Periodista, en memoria de la primera noticia publicada en un periódico hace 140 años. Sin embargo, existe una «irónica contradicción», ya que desde el 12 de agosto de 2021, el país no tiene periódicos en circulación. Esto se debe a que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo asaltó con policías armados las instalaciones de La Prensa, el último medio de «tinta y papel» que aún funcionaba desde la crisis sociopolítica de 2018.
Desde ese año, la primera dama y portavoz de la dictadura nicaragüense, se ha reservado la cordialidad de emitir una declaración para saludar a los comunicadores en su día. El primero de marzo de 2023, Murillo exaltó la fecha en la que Rigoberto Cabezas fundó el primer periódico en el país, en 1884.
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Para la vicedictadora, los periodistas que exigen libertades públicas, defienden derechos civiles e informan de lo mal que anda el país, son apátridas y distantes de la verdad que ordena que reflejen los medios de comunicación de su propiedad, los cuales son dirigidos por sus hijos. «Los medios de la familia Ortega-Murillo muestran un país distinto al que percibe el resto de naciones que desaprueban su mandato por la fuerza», explica un comunicador, desde el exilio.
El régimen orteguista tiene la deuda más grande con el periodismo por la muerte de Ángel Gahona, asesinado en Bluefields de un disparo en la cabeza, mientras informaba sobre la represión de los policías y paramilitares sandinistas contra ciudadanos molestos que ejercían su derecho a expresar sus quejas contra las autoridades. Desde que el periodista falleció el 21 de abril de 2018, sigue en la impunidad.
Además de ello, debido a la persecución de su gobierno, 242 corresponsales han tenido que huir de sus casas. La dictadura también les confiscó sus bienes a la mayoría de periodistas exiliados y les ha arrebatado su nacionalidad nicaragüense.
¿En prisión? ¿Por qué?
En esta efeméride, la familia del periodista Víctor Manuel Ticay Ruíz no tiene nada que celebrar, aunque muchos años atrás, un día como hoy, sus padres y sus hermanos amanecían con el pecho «inflado de orgullo». Ticay, el chavalo que aró la tierra, cortó monte y montaba a caballo en una comunidad de Nandaime, dejó el campo para estudiar periodismo y convertir la profesión en su forma de vida.
Sin embargo, ejercer democráticamente su pasión lo llevó a la cárcel. «Él no hizo nada malo», expresa un pariente, con mucha tristeza. El comunicador, de 32 años, es uno de los 119 presos políticos que mantiene en sus cárceles el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En el Día Nacional del Periodista, despertó en una de las celdas del Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, conocido como «La Modelo», en el municipio de Tipitapa, Managua.
Años atrás, al amanecer, su familiares y amigos competían por quien lo felicitaba primero en ocasión de este día. Ticay Ruíz se convirtió en un referente de la comunicación en Granada. Su página de noticias «La Portada» era muy seguida en el departamento y fuera de él.
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Ticay fue sacado de su casa mediante engaños y llevado en una patrulla policial, después que le diera cobertura a la procesión «La Reseña», una antigua tradición de la Iglesia católica de Nandaime. El periodista reportó el desarrollo de la actividad como parte de su agenda informativa de Semana Santa.
El siete de agosto del año pasado, la justicia orteguista condenó a Ticay Ruíz a ocho años de prisión por «propagación de noticias falsas», «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional» y «traición a la patria», delitos políticos que nunca cometió, porque no difundió ninguna noticia falsa, ni fue parte de ninguna conspiración política, ni los videos que publicó amenazaron de alguna forma la integridad del país.
Bajo amenazas
De acuerdo con el último informe de organizaciones de periodistas, desde el año 2018, al menos 242 periodistas han tenido que exiliarse, debido a la persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En 2023, registraron 83 agresiones a la libertad de prensa y señalan como los principales represores a la Policía Nacional, dirigida por Francisco Díaz Madriz, un funcionario sandinista que se encuentra sancionado por Estados Unidos por violar los derechos humanos de los nicaragüenses.
Además de la criminalización del Poder Judicial en contra de los periodistas independientes, también hubo amenazas, como una realizada por el jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés, quien en septiembre de 2023 llamó a los reporteros «mercenarios de la información».
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El destierro como venganza
El 15 de febrero de 2023, el régimen sandinista, por medio del Poder Judicial, anuló la nacionalidad a 94 opositores, entre ellos 12 periodistas, a quienes además de declararlos «traidores a la patria» y «prófugos de la justicia», el Tribunal de Apelaciones ordenó confiscar sus propiedades.
Entre estos periodistas desterrados figuran Luis Galeano, Jennifer Ortiz, Lucía Pineda Ubau, Patricia Orozco, Wilfredo Miranda Aburto, Álvaro Navarro, director de Artículo 66, David Quintana, Aníbal Toruño, Santiago Aburto, Carlos Fernando Chamorro, fundador de Confidencial, y Sofía Montenegro, todos obligados a huir de Nicaragua.
A pesar de que el régimen sandinista los despojó de la nacionalidad, los periodistas siguen informando desde el exilio sobre las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.
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El periodista Víctor Manuel Pérez reprocha que sus «colegas hayan sido detenidos y más de 20 periodistas sufrieran destierro y confiscación de sus bienes». Recuerda que más de 50 medios de comunicación han sido cerrados en Nicaragua, pero que pese a ello, no existe «el apagón informativo» que los represores quisieran. «Estar vivo y seguir trabajando en medio de la persecución es un motivo de celebración», asegura.
Aunque otros creen que hay poco o nada que celebrar, Pérez insiste que en un país donde la prensa independiente es perseguida y criminalizada «hay que celebrar que estamos vivos y sin miedo», añade.
«La dictadura no ha logrado que tengamos miedo, cree que tiene el poder absoluto, pero no tiene la conciencia de los nicaragüenses y de los periodistas que seguimos haciendo nuestro trabajo», reiteró Pérez.