La dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo no cesa su ataque en contra del periodismo independiente en el país y solo en el 2023 ejecutó 83 ataques contra los medios de comunicación y personas cercanas a ellos, según un informe de los Periodistas Independientes de Nicaragua.
El informe recuerda cómo, desde su regreso a la presidencia nicaragüense, Daniel Ortega tiene como blanco favorito a los «que hacen periodismo», ya que se registraron 79 ataques contra los hombres y mujeres a nivel individual, y luego va contra las entidades jurídicas, ya que solo se registran cuatro ataques directos a los medios, como instituciones.
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De acuerdo a la información recopilada, 77 agresiones registradas a periodistas o medios nicaragüenses se registraron dentro del país, es decir, un 93%. 50 de esos ataques sucedieron en Managua, debido a que «en la capital se concentra la mayor cantidad de medios y periodistas». Por otro lado, Leo monitoreo destaca que el segundo departamento con más agresiones a los medios de comunicación fue la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, con 11 incidentes.
Igualmente se registraron seis ataques en el extranjero: tres en Costa Rica, dos en Estados Unidos y uno en Guatemala. Para los comunicadores, esto significa que «aún en el exterior, el largo brazo de la represión orteguista puede alcanzar a quienes huyen de esta».
Según el reporte, 44 personas consideran que se encuentran en exilio forzado después de sufrir ataques en Nicaragua. Por otro lado, 33 respondieron que no se identificaban con esa situación y, por último, dos personas prefirieron no responder. A su vez, 26 de las personas agredidas se identifican con el género femenino, 52 se identifican como varones y una persona como no binario.
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57 personas que fueron víctimas de ataques confirmaron que estaban vinculadas a medios de comunicación, mientras que los otros 22 individuos lo negaron. En su mayoría, trabajaban para medios independientes o privados. De igual manera, dada la cancelación de medios impresos en Nicaragua y el aumento en popularidad de medios digitales en el país, el 73% de los casos trabajaban para medios digitales, 15% en canales de televisión, 10% en radio y un 2% en prensa escrita.
Según la el monitoreo, la mayoría de afectados tenían como victimario común a distintos organismos del Estado. Los reporteros detallan que 33 fueron agredidos por el Poder Judicial, 32 por la Policía Nacional, cinco por medios de comunicación, cuatro por miembros de Migración y Extranjería, tres por simpatizantes del régimen, dos del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correo (TELCOR), uno del Banco de América Central y uno del Ejército Nacional. Por último, mencionan que hay dos de origen desconocido.
Situaciones a tener en cuenta en el análisis del 2023 y futuro 2024
A través de todo el año fue persistente la persecución contra miembros de la Iglesia católica y sus feligreses. Por ejemplo, en Semana Santa, el periodista Víctor Ticay fue secuestrado por el régimen por transmitir una procesión religiosa en su pueblo natal y terminó con una condena de ocho años. A su vez, a finales de este año empezó una «cacería» en contra de sacerdotes que tenían en sus oraciones a monseñor Rolando Álvarez.
También a finales del año, Sheynnis Palacios se volvió la primera nicaragüense en ganar Miss Universo. Su victoria provocó «manifestaciones masivas y espontáneas tanto dentro como fuera de Nicaragua». Sin embargo, estas celebraciones y los medios que lo cubrieron no fueron bien recibidas por el régimen, quien acusó que «alguien preparaba nuevas protestas mientras se aprovechaban de la victoria de Palacios».
Los periodistas independientes adelantaron que «siempre se mantendrá en la agenda la denuncia que pide justicia por Ángel Gahona», periodista nicaragüense que fue asesinado mientras hacía un directo sobre las protestas del 2018 en Bluefields. El gobierno nunca esclareció las condiciones de su fallecimiento ni realizó las debidas investigaciones.