Al ser señalada por supuestamente querer apropiarse de manera ilegal de la franquicia de Miss Nicaragua, Xiomara Blandino declaró que «nunca le iba a quedar la franquicia de Miss Universo» después de la renuncia de Karen Celebertti. Según la nuera de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ella quiso comprarla como «una empresa más» en el pasado.
En un «livestream» realizado en sus redes sociales, Blandino comentó que «en septiembre de 2023, Miss Nicaragua estaba en una ‘convocatoria abierta’ en busca de un nuevo franquiciante». La exreina de belleza relató que también quiso realizar la solicitud para volverse la propietaria, sin embargo, recalcó que supuestamente lo hizo como una «otra empresa que entra a una licitación».
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De acuerdo con su testimonio, desde que descubrió dicha convocatoria comenzó a reunir los papeles necesarios y reunió un «pequeño equipo» para la revisión de todos los documentos. Entre el papeleo que aparentemente realizó, tuvo que rellenar formularios de «muchísimas palabras», revisar presupuestos y analizar las maneras factibles para llevar a cabo el proyecto. Debido a su pasado como directora creativa de TN8 y de Miss Teen Nicaragua, consideraba que «podría ser una buena candidata».
Sin embargo, a falta de la entrega del presupuesto para formalizar la solicitud, tuvo una «corazonada», por la que, supuestamente, no envió el último documento. Al pensar en retrospectiva sobre la situación, la esposa de Juan Carlos Ortega agradeció no haber completado la documentación y dijo que «solo Dios sabe por qué pasan las cosas».
La «politización de Miss Universo»
El 18 de noviembre de 2023, tanto Nicaragua como Centroamérica celebraron que tenían a la mujer «más bella del universo», debido a que Sheynnis Palacios se coronó como Miss Universo en El Salvador. Sin embargo, su victoria también trajo polémica al territorio nicaragüense.
El 27 de noviembre, Karen Celebertti, directora de Miss Nicaragua, intentó regresar a Nicaragua en un vuelo que salió de México. Sin embargo, al tocar suelo nicaragüense, agentes de migración le negaron la entrada al país y la obligaron a volver al país azteca. Además de su destierro, la dictadura también encarceló a su esposo e hijo. Por lo tanto, la formadora de reinas de belleza tomó la decisión de abandonar la dirección de Miss Nicaragua, lo que dejó un hueco sobre el nuevo líder de la franquicia.
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Desde antes de esta situación, distintos opositores acusaron a Blandino de aspirar a ser la «nueva dueña» de la organización de belleza más popular en el país. La exreina de belleza, también formada por Celebertti, criticó en repetidas ocasiones la gestiones administrativas de la directora. Además, días antes de la realización del concurso, la modelo realizó una transmisión en vivo por la red social Instagram y manifestó que la población ha tenido una organización de Miss Nicaragua muy «cerrada, hermética y selectiva» y que los organizadores le «dan oportunidad a quien ellos deciden».
Sin embargo, en su transmisión en vivo más reciente, la exreina de belleza declaró que «no movió un dedo» durante toda la situación del franquiciado y calificó como falso que ella «iba a heredar Miss Nicaragua». «Después de todo lo que sucedió ni loca me meto a eso», mencionó.
A pesar de ello, Blandino comentó que el conflicto fue «mal manejado y mal comunicado por Miss Universo», por lo que terminaron «politizando al concurso». Aunque, justificó que «posiblemente fue porque es la primera vez que les pasa algo similar», mientras ignoraba toda la persecución que sufrió Celebertti y su familia. «Lo manejaron muy mal, la corona de Miss Universo no es una corona política, es una de cultura y de belleza que, lamentablemente no fue manejada de esa manera», declaró.
Por último, consideró que Miss Nicaragua «nunca tuvo que ser político, ya que se ha trabajado con jovencitas de todos lados, pero ustedes son los que politizan todo».