El empresario Martín Argüello Leiva y su hijo Bernardo Argüello Celebertti se encuentran secuestrados desde hace catorce días, después de que la Policía, al servicio de los dictadores de Daniel Ortega y Rosario Murillo, asaltara la casa de los padres de Argüello, el pasado 27 de noviembre de 2023.
Como es de costumbre en sus detenciones arbitrarias, la Policía sandinista no brindó información a la población respecto al caso. Hasta la fecha, se desconoce el paradero y estado de salud del esposo de Karen Celebertti, directora de Miss Nicaragua, y su hijo, de 16 años.
Para la historiadora y excarcelada política Dora María Téllez, «es difícil saber dónde pueden tener a Martín Argüello y a su hijo Bernardo». Especuló que probablemente los dos familiares de Celebertti están encerrados en el Sistema Penitenciario Nacional conocido como «La Modelo», la cárcel donde generalmente el régimen encarcela a los reos políticos.
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Madre de Argüello está enferma
El pasado 24 de noviembre, policías sandinistas allanaron la residencia de la madre de Argüello, María del Socorro Leiva, viuda del que fue expresidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en los años 80, Roberto Argüello Hurtado, quien también fue diputado por el Partido Conservador de Nicaragua en la década de los 60.
En ese momento, la Policía se mantuvo vigilando la casa de los padres de Argüello, pese a que su madre tiene Alzheimer. Además, también despojaron al esposo de la empresaria de todo tipo de comunicación.
Argüello vivía con su madre debido a su «delicado» estado de salud. Después de que las autoridades orteguistas se llevaron a su hijo, «ella quedó a cargo de las empleadas domésticas», dijo una fuente al diario La Prensa. De igual manera, se desconoce el estado de salud de la señora Leiva después de los catorce días del secuestro de su hijo y su nieto.
Dictadura busca adueñarse de Miss Nicaragua
La activista política también comentó que «no considera que haya seguridad para los negocios en Nicaragua». «Con esta agresión a Karen Celebertti, y a su familia, queda claro que cualquier negocio exitoso despierta la envidia y la necesidad de control y posesión por parte de la familia dictatorial. No hay ninguna otra manera de explicarse ese odio», denunció.
Téllez agregó que con el trato hacia la directora de Miss Nicaragua, a su cónyuge y a su hijo, se demostró la «absoluta envidia y la necesidad de control de los Ortega-Murillo», y como consecuencia de esto, «no hay ninguna empresa que pueda ser próspera o que tenga alguna seguridad». «Si se sabe que el negocio va funcionando bien, entonces los Ortega-Murillo van a querer ‘caerle’».
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La Miss Nicaragua 2007 y esposa de Laureano Ortega, Xiomara Blandino, fue una de las personas que criticó las gestiones administrativas de Karen Celebertti y varios opositores comentaron que ella aspira a ser «la nueva dueña» de la organización de belleza más popular en el país. Días antes de la realización del concurso, la modelo realizó una transmisión en vivo por la red social Instagram y manifestó que la población ha tenido una organización de Miss Nicaragua muy «cerrada, hermética y selectiva» y que los organizadores le «dan oportunidad a quien ellos deciden».
Comenzó con el destierro
La propietaria de la agencia de modelaje Silhuettas, y otras empresas de moda, regresaba a Nicaragua en un vuelo de la aerolínea Aeroméxico, procedente del país azteca, el pasado 23 de noviembre. Según informó en ese momento el medio matagalpino Mosaico CSI, la formadora de reinas pinoleras venía de México tras acompañar a la recién coronada Miss Universo, Sheynnis Palacios.
En ese momento circuló la información de que Celebertti venía con su hija y ambas fueron impedidas de salir del aeropuerto de Managua, y en su lugar, fueron regresadas en el avión, otra vez, con rumbo a la Ciudad de México.
El dos de diciembre de 2023, la Policía nicaragüense detalló, en un comunicado de ocho páginas que Celebertti, su esposo y su hijo son «culpables de conspiración para alterar la paz, incitar al odio y a la violencia, terrorismo y crimen organizado». Igualmente, la nota oficial enfatizó que estos supuestos actos delictivos «violan el principio de no repetición estipulado en la Ley N° 996, Ley de Amnistía», una herramienta legal que el régimen utilizó para absolver los delitos comunes imputados a los presos políticos.
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En la misma nota policial, la institución represiva afirmó que desde 2019, la familia Argüello-Celebertti permaneció en comunicación con «exponentes de la traición a la patria, disponiéndose a utilizar sus franquicias, plataformas y espacios supuestamente dedicados a promover ‘inocentes’ concursos de belleza, en una conspiración que ha trabajado ‘orquestadamente’ para convertir los certámenes en trampas y emboscadas políticas, financiadas por agentes extranjeros, entre personas y organismos bien conocidos».