Quienes conocen a Joao Maldonado lo describen como «uno de esos exmilitantes sandinistas convencidos de que el Frente Sandinista que dirige Daniel Ortega y Rosario Murillo, dejó de ser aquella organización política por la que valdría hasta sacrificar la vida».
«Joao, como muchos nicaragüenses se convencieron, de que Ortega y Murillo solo usaron la causa sandinista para empotrarse en el poder, se convirtieron en lo que combatió el verdadero sandinismo», dice un caraceño que lo conoce bien y compartió trinchera con él.
Joao Ismael Maldonado Bermúdez tiene 36 años y estudió ingeniería en Computación. Sus amigos de barrio lo recuerdan como un «tipo decidido y casado con sus ideas». Antes de los acontecimientos del 2018, Maldonado también se desempeñó como presidente de la Federación Nicaragüense de Sambo y fue excampeón de las selecciones nacionales de Judo.
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Los amigos de Maldonado lo describen como «un buen tipo, solidario y que se preocupa por los demás». «Lo quieren silenciar, no hay duda. Él ya les dio cara en 2018», indica un conocido que no ve al activista político desde su exilio forzado en territorio costarricense.
«Joao entendió que se formaba una dictadura cruel y delictiva en Nicaragua contra la que había que luchar, por eso es que quieren causarle daño ahora», expresó el conocido del opositor.
Actualmente, Maldonado sobrevive a un segundo atentado que hombres armados ejecutaron en su contra, este miércoles, 10 de enero, en una calle de San José, en Costa Rica.
La primera vez que estuvo al filo de la muerte fue en septiembre de 2021, cuando fue alcanzado por balas en otro sector del mismo país, en vísperas de una marcha opositora contra Ortega. «Tenemos claro quien quiere verlo muerto», señala otro opositor.
Hijo de opositor
El activista político es hijo de Tomás Ramón Maldonado Pérez, quien fue Mayor del Ejército de Nicaragua y se ganó su rango durante la lucha de insurrección contra el dictador Somoza en su ciudad. Años después de su retiro, Maldonado Pérez se convirtió en un destacado predicador evangélico y a eso se dedicaba, hasta que sintió que el estallido social de 2018 le demandaba apoyar a los manifestantes, entre los que estaba su hijo.
El exmilitar fue secuestrado por paramilitares y sus excompañeros de armas. Fue trasladado a las cárceles de Daniel Ortega y liberado después por una amnistía a mediados del 2019. El expreso político falleció la mañana del 21 junio de 2021, a causa de un paro cardíaco. Fue un reconocido militante del Frente Sandinista y llegó a ocupar el cargo de Secretario Político en el municipio de Jinotepe, en el Departamento de Carazo, lugar de donde son originarios.
Tanto Joao Maldonado como su progenitor decidieron ponerse al lado de la gente durante la rebelión cívica de abril del 2018. Algunos jóvenes de Carazo, recuerdan que mientras el hijo lideraba los tranques, el padre oraba «biblia en mano» por los jóvenes rebeldes.
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Acusado por muerte de militante
Durante varios años, Maldonado trabajó para el régimen de Daniel Ortega, pero renunció tras la jornada represiva que Ortega desató en Carazo contra los manifestantes.
Medios oficialistas circularon fotos de Maldonado Pérez en el que se le ve armado. Señalan que la imagen fue tomada en los tranques de esa ciudad. Las imágenes están relacionadas a las acciones gubernamentales de la llamada «operación limpieza» que dejó una veintena de fallecidos sólo en ese departamento y varias decenas en todo el país.
Los mismos medios afines al orteguismo lo señalan como parte de los responsables de la muerte del exmilitante sandinista Bismarck Martínez, un ex trabajador de la Alcaldía de Managua, quien supuestamente desapareció en un tranque de Carazo.
En julio de 2018, tras la persecución de los paramilitares y policías, se exilió en Costa Rica, en donde fundó la Unidad de Exiliados Nicaragüenses en Costa Rica (UEN).
Segundo atentado
Para el primer atentado contra Maldonado Bermúdez, hace dos años, dos hombres a bordo de una motocicleta dispararon contra el carro en el que se movilizaba y resultó con cinco impactos de bala. El activista recibió los disparos y logró huir de la escena, aun conduciendo el automotor, hasta llegar a un hospital privado. Por varios días estuvo en estado delicado de salud, tras ser sometido a una cirugía. Se salvó de milagro.
Este 10 de enero, en una calle de Montes de Oca, en San José, volvió a ser atacado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta. El opositor conducía su vehículo en compañía de su esposa, Nadia Robleto. Maldonado Bermúdez recibió siete impactos de bala en distintas partes del cuerpo, mientras que su cónyuge recibió uno al nivel de la cabeza.
Igualmente, Maldonado volvió a conducir herido por varias cuadras en búsqueda de auxilio y fue atendido por paramédicos en la conocida calle de «La Amargura», donde finalmente el vehículo se orilló.
Ambos se encuentran delicados en un hospital de la localidad. Opositores y miembros de la Unidad de Exiliados Nicaragüenses en Costa Rica, atribuyen el ataque a «sicarios del régimen» Ortega-Murillo que operan en ese país.
Denunció células de Ortega en ese país
En septiembre pasado, Joao Maldonado brindó una entrevista al diario La Nación, de Costa Rica, en donde dijo que en ese país operan células del Frente Sandinista que tienen como misión principal «desaparecer a los opositores».
Maldonado Bermúdez denunció en ese momento que nuevamente recibió amenazas de muerte provenientes de los supuestos operarios del régimen. «En Costa Rica hay una base del gobierno de Ortega. Tenemos información de gente que estuvo participando en los años 80. Inteligencia del Ejército, la seguridad del Estado que actualmente está operando en Costa Rica», denunció.
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«No hubo solamente un atentado en mi contra. Meses antes, también asesinaron a un muchacho que cuando salió de su trabajo, le dispararon por la espalda», aseguró Maldonado Bermúdez al diario tico.
«Las investigaciones del atentado que sufrí en 2021 ya descubrieron que vienen de Nicaragua. Y no soy solo yo, en Costa Rica no he sido el primero», aseguró el opositor al medio costarricense, cuatro meses antes del nuevo ataque armado.
El nuevo atentado contra Maldonado ocurrió en las vísperas de un viaje que haría a un tercer país mediante el programa movilidad segura de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, y estaba bajo resguardo de agentes del Estado costarricense, aunque ahora tanto la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), que depende de la Presidencia tica, y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), niegan que Maldonado estuviera bajo su protección.
Por Voces Unidas.