Pese a que Rivas es una ciudad turística y fronteriza, por varios años la población ha dependido de una «modesta» oferta para transportarse entre municipios. Los rivenses deben usar triciclos, coches halados por caballos, mototaxis y taxis para ir de un lugar a otro de la ciudad. No hay buses.
Las mototaxis son una novedad reciente. Hasta hace apenas tres años empezaron a ofrecer su servicio de transporte. Es común ver este tipo de vehículos en el centro de la ciudad y en la periferia. Según las declaraciones de los locales, son las ideales para transitar el circuito turístico de la ciudad, sobre todo en la zona de «La Rotonda Jesús del Rescate».
La modalidad de las mototaxis en este departamento surgió debido a la necesidad de empleos, igual que en muchas partes del país, debido a que la tarifa es menos costosa que un taxi y su velocidad es mayor a los triciclos. «Como son baratos y rápidos, comenzaron a ser necesarios en el departamento», señala un rivense que todos los días utiliza el servicio para trasladarse a su trabajo.
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Crecen por necesidad
Aunque con la oposición de taxistas, las mototaxis llegaron para quedarse. Las autoridades de esta comuna, igual que en otras localidades se vieron, obligados a legalizarlas, aunque algunas unidades circulan sin permiso.
Los transportistas explican que el precio varía según el tramo. «Puede ser desde los 30, 40 o hasta 50 córdobas, depende de la distancia o si el cliente quiere ir hasta determinado barrio. Por ejemplo, de ‘La Rotonda’ hasta la clínica Gaspar García Laviana cobramos 30 pesos, pero si el viaje es hasta dentro de una comunidad es más caro», argumenta un conductor de mototaxi que este año cumplirá cuatro años de estar con este negocio.
En horas de la mañana, a las paradas principales llegan alrededor de 20 mototaxis y, por las noches, otra cantidad de motorizados presta el servicio. Algunos choferes consultados señalan que un recorrido desde Rivas hacia «La Virgen», ubicada a unos siete kilómetros de la cabecera departamental, puede costar hasta 150 córdobas.
Los coches tirados por caballos es otro transporte que los rivenses utilizan para poder desplazarse dentro de la ciudad, pero estos ya no son tan demandados como lo eran años atrás. En Rivas, todavía operan al menos una docena de coches que se localizan en diferentes puntos del mercado municipal, y son quienes comúnmente realizan recorridos largos a barrios como «Las Piedras», «San Francisco» y «La Puebla». Los precios hacia estos lugares oscilan entre son los 30, 50 y 70 córdobas los más caros.
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Los «pepanos» son los más demandados
En Rivas, los triciclos son conocidos como «pepanos». El nombre se origina del empresario Geovanny «el pepano» Rodríguez Villarreal, quien en la época de los 2000 trajo los primeros ocho triciclos desde Diriamba y los utilizó para vender sus «bolis».
«Recuerdo que en los bolis que él vendía estaban dibujados los ‘pepanos’ y enmarcado el nombre de su emprendimiento. Luego surgieron más triciclos en la ciudad que se dedicaron al transporte y así quedaron bautizados», comenta la rivense Martha Flores.
Los «pepanos» son muy demandados en el municipio, pero la gente se queja de abusos con los cobros de la carrera. En redes sociales han denunciado que algunos trabajan sin regulación de tarifas.
Los conductores de los «pepanos» se defienden y argumentan que ellos cobran lo justo y trabajan con regulación de la alcaldía del municipio. Estos medios de transporte se localizan de manera permanente en diferentes sitios de la ciudad. Se les puede ver más en el sector de los supermercados donde son muy demandados. Un «pepanero» dice para este reporte que a menudo logra hacer hasta ocho viajes en un solo día, lo que equivale a más de 300 córdobas en una jornada de ocho horas.
Los «reyes» del transporte público rivense
En Rivas, operan unos dos mil «pepanos» manejados por sus propios dueños y otros que son rentados. Cada «pepanero» llega a pagar un mínimo de 80 córdobas al propietario de la unidad. Hay rentas que pueden llegar a los 100 córdobas y otras que suelen pactarse en 70.
«El recorrido en ‘pepano’ lo hacemos de cinco a diez minutos, dependiendo de la distancia. Al Hospital de Rivas, por ejemplo, que es un tramo muy demandado, se cobra 45 córdobas», dice un «pepanero» que ha vivido de ese servicio de transporte desde hace ocho años.
«A los estudiantes les hacemos precios y les rebajamos un poco para ayudarles. Al día realizamos más de seis viajes y ganamos casi 400 córdobas. Cuando el día es muy bueno, como en las quincenas cuando la gente va a hacer sus compras o en días feriados que uno sale a dar su vuelta, recogemos hasta 700 pesos», señala.
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Pero los usuarios no se sienten satisfechos porque dicen que la falta de empleos les afecta y a veces deben ingeniárselas para que el salario dé para todo lo que necesitan. «Transportarse es una necesidad. A veces lo que uno hace es caminar unas dos cuadras para que los triciclos te cobren algo barato porque la ‘cobija’ (el pago) no da para tanto», explica otra pobladora del departamento.
La rivense también se queja de que algunos conductores de estas unidades hacen los recorridos en estado de ebriedad. «Se nota que van desesperados, contra la vía y ponen en riesgo a los usuarios. Deberían ponerle mente a eso porque es un peligro, las autoridades deberían estar pendientes», critican.
Los «pepaneros» aseguran que a veces manejan «cansados, no tomados». Explican que la jornada para algunos tricicleros comienza a las 5:30 de la mañana y termina a 6:00 de la tarde. «Incluso ya a las seis debemos guardar porque nos multa la Policía si andamos de noche. Si hay un usuario que se siente mal servido, que lo denuncien. Nosotros operamos con permisos, nos multan si hacemos las cosas mal», añadió un triciclero.
El problema con los taxis «piratas»
En Rivas operan aproximadamente 750 taxis en diferentes rutas del municipio como Belén, Tola, Potosí y Cárdenas. Los taxistas se quejan de que ellos deben lidiar con la competencia desleal que le hacen los «taxistas piratas», que no tienen permiso de operar, pero lo hacen en la clandestinidad y, a veces, con tarifas más baratas. «Bueno, ahora la Policía los tiene ‘a raya’ (más controlados), pero antes era terrible. Había que batallar para sobrevivir», comparte un conductor.
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La tarifa de un taxi desde Rivas al municipio de Tola cuesta entre 50 a 60 córdobas y de Rivas hacia Belén, va desde los 35 a 40 córdobas. Si el viaje es desde Potosí a Buenos Aires, varía desde los 30 córdobas a más.
Para poder movilizarse hacia el municipio de Cárdenas, en una unidad de taxi, el usuario debe pagar desde 150 a 200 córdobas y en algunas ocasiones, como las fechas de fin de año y Semana Santa, el costo puede duplicarse.
Rivas demanda transporte urbano a bajo costo
Los rivenses consideran que unidades de transporte colectivo con rutas bien establecidas en el municipio podrían favorecer a los ciudadanos con una tarifa más baja de lo que pagan con las opciones actuales. «El municipio ha crecido hay más gente, más barrios. Los buses serían lo más indicado», señala una comerciante.
«Existe una buseta que hace su recorrido desde San Jorge hasta el hospital de Rivas, por un costo similar a diez o quince pesos, lo cual es barato comparado a los pepanos o mototaxis. Lo que necesitamos es un medio de transporte como ese en Rivas, para no pagar las grandes cantidades por un viaje», demandó Valeria Bojorge.
Desde hace aproximadamente seis meses, el municipio de Potosí cuenta con una buseta también que recorre desde Potosí-Apompoá hacia el mercado municipal de Rivas. El pasaje cuesta 15 y 20 córdobas, dependiendo de la parada. «Siempre es menos lo que hay que pagar si se tratara de un transporte colectivo», indica Bojorge.
En el caso de la Isla de Ometepe, sus habitantes deben de transportarse hacia la ciudad de Rivas en transporte lacustre, que se mantiene en el puerto de San Jorge. El precio es de 50 córdobas y se mantiene invariable desde hace varios años. El primer barco sale a las 6:00 de la mañana y tarda en llegar a su destino aproximadamente 45 minutos.