La agrupación política Unión Democrática Renovadora (Unamos) emitió un comunicado en el que recapitula la larga lista de crímenes que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo cometió durante el 2023. La organización hizo hincapié en la reciente persecución a los miembros de la Iglesia católica, con el secuestro de al menos 17 sacerdotes y 2 seminaristas, ocurrido en los últimos días del mes de diciembre.
Unamos recalcó la captura arbitraria de más de cien nicaragüenses, entre los que se incluyen monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa que, al día de hoy, lleva 516 días encarcelado en «La Modelo». El documento denuncia que la cifra de reos de conciencia «no ha dejado de aumentar desde que, en febrero pasado, fueron excarcelados y desterrados 222 presas y presos políticos, producto de la presión nacional e internacional».
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El organismo opositor destacó el cierre de organizaciones privadas y el asedio a sus miembros, que eran independientes de la red de lugares y funcionarios al servicio de la dictadura. «La represión del régimen alcanzó al concurso de Miss Nicaragua y Miss Universo, conllevando al destierro de Karen Celebertti, anterior dueña de la franquicia, y de su hija, así como el encarcelamiento de su esposo e hijo».
En agosto del año pasado, Ortega desató otra medida represiva contra la libertad académica: la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA), que fue tomada por el Estado y renombrada como «Universidad Nacional Casimiro Sotelo». Unamos también resaltó que el régimen «liquidó» la autonomía universitaria con la reforma a las leyes que velaban por sistemas educativos democráticos y la eliminación del 6% del presupuesto nacional establecido para las universidades.
El informe, publicado este primero de enero, agrega que «los ministerios evangélicos también son objeto de persecución» y que la Policía orteguista encarceló a «más de una decena de líderes religiosos».
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La «purga» en el Poder Judicial
Unamos opinó que el recorte en el presupuesto y las centenas de funcionarios despedidos son acciones represivas del régimen contra sus propias instituciones causadas por «miedo». «La dictadura canceló el derecho a indemnizaciones por antigüedad, robándole a miles de funcionarios su dinero acumulado. El Ministerio de Gobernación fue convertido en un apéndice de la policía y de su misión represiva, consolidando el estado policíaco».
«A la fecha más de un millón de compatriotas se encuentran fuera del país, exiliados o emigrados buscando trabajar en paz y sin persecución. Centenares han sido desterrados y desnacionalizados», detalla el comunicado.
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A pesar de que la imparable arremetida de la dictadura nicaragüense, Unamos aseguró que la pareja en el poder «se debilita cada día, aislada internacionalmente y repudiada por la mayoría del pueblo nicaragüense, incluyendo a miles de sus antiguos simpatizantes que rechazan sus acciones». La organización opositora aseguró que «el régimen de los Ortega-Murillo solo ofrece desempleo, pobreza, represión, persecución, inseguridad, robo, humillaciones y discriminación».
Nuevos compromisos de Unamos
El comunicado de Unamos sostiene que para este 2024, la agrupación política seguirá «avanzando para lograr una Nicaragua con paz, democracia, justicia y oportunidades». De igual manera, la organización se comprometió a continuar en la constante lucha de «la libertad incondicional de presas y presos políticos, el cese de la represión y las violaciones a nuestros derechos humanos, el respeto a nuestro derecho a la libertad de expresión, organización y movilización».
Otros derechos y principios que Unamos defenderá durante este año son «la plena libertad de culto y el cese de la persecución a las iglesias, el respeto a la propiedad privada y comunal de los pueblos indígenas, el cese de los despidos masivos y del robo de las indemnizaciones a los empleados públicos», así como «elecciones libres, transparentes, justas y competitivas».
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«Continuamos aportando nuestro mejor esfuerzo para lograr la más sólida, plural y democrática unidad opositora. A la comunidad internacional le solicitamos que, en este nuevo año, redoble las sanciones a quienes violan nuestros derechos humanos y las libertades que nos concede la Constitución Política», exige el comunicado.
El comunicado finaliza con la promesa de que «el pueblo nicaragüense seguirá enfrentando con entereza, dignidad y valentía, la represión y persecución, convencidos de que lograremos una Nicaragua con justicia y libertad».