La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo condenó a la diputada suplente Nancy Elizabeth Henríquez James a ocho de prisión, después de secuestrarla por más de dos meses. Antes que el régimen la asediara, la funcionaria se desempeñaba como la suplente en la Asamblea Nacional de Brooklyn Rivera, diputado y fundador de la organización política indígena Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (Yatama).
Henríquez fue sentenciada durante un juicio realizado dentro el Sistema Penitenciario de Mujeres «La Esperanza», ubicada en carretera Tipitapa, Masaya, este miércoles, 13 de diciembre. Como es de costumbre en los procesos judiciales de reos políticos, la diputada no contó con una defensa y se presentó a la audiencia en mal estado de salud.
La Justicia de Ortega imputó a la líder indígena los delitos de «menoscabo a la integridad nacional» y «propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad», mismos cargos que generalmente se les atribuye a los opositores.
La hija de la representante legal de Yatama, Liza Francis Henríquez, conversó con Álvaro Navarro, periodista y director de Artículo 66, en su programa En Contacto, sobre la situación que vive su madre en prisión. Desde que fue secuestrada el pasado primero de octubre, los familiares de la presa política intentaron enviarle un abogado para su defensa; no obstante, Henríquez aseguró que las autoridades le «impidieron al jurista ejercer su labor, lo amenazaron con arrebatarle su credencial si tomaba el caso y le dijeron que no se metiera en lo que no le importaba».
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«Durante las visitas, siempre hay una persona que está presente escuchando lo que ella dice. Le prohibieron hablar en su lengua materna, que es el mískito, y solo puede hablar en español», denunció Henríquez. Agregó que la Policía, hasta el momento, ha permitido que las personas autorizadas por la diputada puedan visitarla. Mencionó que este es un privilegio del que Brooklyn Rivera no puede gozar, ya que a él «se le negaron las visitas y su familia no tiene ningún tipo de información sobre su estado».
Destacó que a pesar de que las autoridades orteguistas aceptan los medicamentos, paquetería y alimentos, Henríquez está insegura sobre si realmente se los entregan. «Está bastante delgada. Ella es una señora de la tercera edad que está delicada de su salud», manifestó la hija de la rea política, que actualmente está exiliada en Estados Unidos.
Respecto a la situación de Yatama, Henríquez aseguró que las autoridades regionales y municipales están trabajando con normalidad, a pesar de que le canceló la Personería Jurídica al partido político. «YATAMA ha sido convocado a sesiones realizadas por el Consejo Regional en la Alcaldía Municipal. Todo sigue con normalidad, como que no pasó nada. Los miembros del partido tampoco están siendo perseguidos, pero hay un silencio total en la región», afirmó Henríquez durante la entrevista.
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Nancy Henríquez fue detenida tras ser citada por la Policía para una supuesta «entrevista» sobre el caso del diputado Brooklyn Rivera, encarcelado el 29 de septiembre de 2023 por agentes policiales de Ortega.
Además, la administración sandinista canceló arbitrariamente la personalidad jurídica del partido Yatama, así como eliminó de la lista de legisladores a Rivera y Henríquez.
Tras la ilegalización del partido indígena, la dictadura de Ortega y Murillo impuso en el escaño que quedó vacante en la Asamblea Nacional de Nicaragua —controlada por el oficialismo— a la diputada suplente del FSLN, Ana Valeria Rafael Alfred. La noticia fue dada a conocer durante el inicio de la sesión parlamentaria, por el presidente del Legislativo nicaragüense, y sumiso al régimen orteguista, Gustavo Porras.
Yatama fue un aliado del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) hasta las elecciones nacionales de 2016, sin embargo, en el 2019 y 2020 se mantuvo como miembro de la extinta Coalición Nacional, una organización opositora conformada por disidentes y que intentó disputarle el poder a Daniel Ortega en las votaciones de 2021.