El Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX) denunció ante la comunidad nicaragüense y los medios de comunicación independientes la orden de deportación girada contra el nicaragüense Leonardo Antonio Rayo Torrez, exreo de conciencia residente en Estados Unidos.
De acuerdo con un informe publicado por la organización, el migrante ingresó al país norteamericano el cuatro de abril de 2022, de manera irregular. Sin embargo, al exponer su caso, fue liberado y se trasladó a la ciudad de San Francisco, en California. Durante un año, trabajó como jardinero y posteriormente, se mudó al estado de Utah, donde empezó a laborar como despachador en una gasolinera.
Fue ahí cuando autoridades policiales capturaron a Rayo Torrez, ya que habían interpuesto una denuncia en su contra por cometer «actos indecentes en la vía pública en presencia de algunos menores de edad». No obstante, el exreo político explicó que «se le había roto el pantalón por un mal movimiento corporal y, en algún momento, mientras caminaba hubo quienes pensaron que era un acto obsceno».
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Luego de analizar el caso, los oficiales confirmaron y aceptaron la versión de Rayo, por lo cual no fue sometido a ningún proceso judicial. Pero, al ser capturado, los agentes detectaron que los trámites legales para el asilo político se habían vencido y procedieron a trasladarlo a una unidad carcelaria de Migración. «El problema se convirtió en un asunto de carácter migratorio exclusivamente», indicó el GREX.
La organización sostuvo que «desde que ingresó a los Estados Unidos, Leonardo Rayo presentó un comportamiento ciudadano normal y aceptable, sin enfrentar ningún problema con las autoridades. Hasta el incidente en la gasolinera, que provocó su problema de legalidad migratoria».
El organismo también denunció que Rayo Torrez «no ha contado con un abogado privado». «El Estado le puso uno que no ha logrado una comunicación fluida con la familia. Su proceso jurídico ha continuado avanzando y conocemos que ya existe una orden de deportación, a ser ejecutada en los próximos días. La causa de esta situación es el incumplimiento de los trámites que correspondan de carácter migratorio», advirtió.
De igual manera, el GREX señaló que el expreso de conciencia padece problemas depresivos, los cuales impidieron que el nicaragüense «haya logrado defenderse racionalmente y argumentado con vigor que él es un perseguido político en Nicaragua».
El grupo afirma que si Rayo Torrez regresa a su patria, «su vida e integridad están en gravísimo peligro». «Son enormes las posibilidades de que el régimen lo exponga como trofeo, igual que a Douglas Gamaliel Pérez Centeno (recientemente extraditado desde Costa Rica)».
«Como excarcelados políticos, conocemos la forma de operar del régimen y consideramos que hay que hacer todos los esfuerzos posibles para que no sea deportado a Nicaragua, donde la tortura, los tratos inhumanos crueles y degradantes son el pan nuestro de cada día», lamentó el GREX.
Llamado a la acción
Ante la problemática migratoria que enfrenta Rayo Torrez, el GREX consideró que «es necesario que la diáspora en Estados Unidos, organizaciones de derechos humanos y de nicaragüenses en los Estados Unidos y abogados contribuyan a evitar su deportación».
«Es urgente y necesario sensibilizar a las autoridades norteamericanas alrededor del triste caso de Leonardo Rayo Torrez. Hay que hacer gestiones ante el sistema judicial, el poder ejecutivo y legislativo para impedir esa inminente deportación», agregó la organización.
Además, el GREX precisó que la familia del exreo político «no tiene recursos para enfrentar este problema. Sus amigos más cercanos en Estados Unidos están dispersos por otras ciudades y enfrentan problemas económicos y de movilización. Lanzamos un llamado de auxilio por Leonardo Rayo Torrez».
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Sufrirá si regresa a Nicaragua
Leonardo Antonio Rayo Torrez, de 38 años, es bachiller y cursaba el primer año en Diseño Gráfico. Fue detenido ilegalmente y violentamente por la Policía Nacional, al servicio del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el 21 de julio del año 2019 y liberado hasta diciembre de ese año.
Además de participar activamente en las protestas, Rayo fundó el grupo Resistencia por Nicaragua (RPN), junto a los activistas políticos Roberto Francisco García García, María Guadalupe Ruiz Briceño y Leonardo Alberto Flores. La organización participó en las marchas y cuando estas fueron prohibidas por la dictadura nicaragüense, siguieron manifestando en la Catedral de Managua.
Sin embargo, los nicaragüenses, incluido Rayo, fueron capturados mediante engaños. Los llevaron hacia la cuesta El Plomo, donde los pusieron de rodillas, los golpearon, los acusaron de golpistas y terroristas, los amenazaron con matarlos, hasta que fueron trasladados a «El Chipote».
A Rayo Torrez lo desnudaron, le quitaron todas sus pertenencias, lo llevaron a una celda muy reducida de espacio, lo interrogaron y lo amenazaron con «cortarle los testículos» si no cooperaba con los agentes represivos. «Fueron cinco interrogatorios por noche, sin dormir y golpes constantes, sin agua, sin comida y sin asistencia médica, pasaron tres días hasta que dejaron de preguntar», indicó el GREX.
Posterior a su salida, Rayo intentó trabajar nuevamente y abrió un Taller de Mecánica junto con otros dos excarcelados. Pero el acoso y presencia policial hicieron imposible su funcionamiento, hasta provocar su cierre.
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En múltiples ocasiones, patrullas policiales fueron a la casa de Rayo para vigilar, tomar fotos, atemorizar a los vecinos y a todos los miembros de la familia, creando un ambiente de tensión y amenazándolo de que en cualquier momento podía ser capturado. Después, el expreso político se dedicó a tareas de acarreo comercial, con un vehículo que le proporcionó su familia, pero también tuvo que abandonar la labor por el acoso policial que vivía.
El cierre de la salida electoral y las capturas a opositores de 2021, fueron determinantes para que Rayo saliera hacia Costa Rica, donde permaneció durante varios meses. Luego, logró llegar a México, donde se reunió con sus amigos de la RPN y entró ilegalmente Estados Unidos, en busca de asilo político.
Actualmente, Leonardo Rayo se encuentra en una cárcel migratoria de la ciudad de «Las Vegas», mientras su orden de deportación será girada en los próximos días, según el GREX. El organismo lanza un mensaje de ayuda a la comunidad nacional e internacional, para que el nicaragüense no regrese al calvario que sufrió en su propio país.