El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, declaró emergencia nacional ante la crisis migratoria que vive el país tras la fuerte ola de migrantes en la frontera sur y que utilizan el territorio tico como puente para seguir su camino rumbo a Estados Unidos.
«He instruido a los jerarcas involucrados que esta situación amerita declarar una emergencia nacional que se vive en el país debido a la cantidad de personas que están pasando por nuestro territorio», detallo el mandatario tico, en conferencia de prensa este martes, 26 de septiembre.
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Asimismo, las autoridades costarricenses explicaron que la cantidad de personas migrantes que cruzan por las zonas fronterizas de Paso Canoas, frontera con Panamá, así como Peñas Blancas y Tablillas «sobrepasa la capacidad institucional para atenderlas».
A la vez detallan que, de acuerdo con el CNE, en lo que va de septiembre, más de 60 mil personas han cruzado por Paso Canoas, ciudad fronteriza donde viven menos de 20 mil costarricenses, «siendo un impacto tres veces mayor al que la gente tiene allí».
De acuerdo con Alejandro Picado, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), esta declaratoria permitirá dar recursos y fortalecer la capacidad operativa de las instituciones para solventar la seguridad de las personas que viven en la frontera sur y norte, así como garantizar a los migrantes un tránsito seguro.
Además indicó que la junta directiva de la CNE sesionará a las cinco de la tarde de este martes para «hacer la recomendación al Poder Ejecutivo», y que ya cuentan con la justificación técnica.
Costa Rica deportará a migrantes que «causen disturbios»
Por otra parte, el presidente Rodrigo Chaves indicó que ha «instruido» al Ministerio de Seguridad Pública tener «mano firme con aquellas pocas personas que piensan que la gentileza, la amabilidad, el corazón generoso de los costarricenses se puede confundir con debilidad».
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A la anterior sentencia, Chaves dijo que hay entre 25 a 27 personas migrantes detenidas que, según las autoridades policiales del país, «se portaron mal», por lo que ordenó a la Dirección General de Migración y Extranjería «que empiece el proceso de deportación de las personas que hicieron disturbios, hacia Venezuela o al país de origen».
«Si alguien cruzó el tapón de Darién, llegó a Costa Rica y se portó mal, faltándole el respeto a nuestras autoridades, haciendo disturbios, el mensaje es: va devuelta a su país de origen porque aquí no se lo vamos a tolerar; que empiecen a meditar quienes estén pensando venir a Costa Rica», subrayó.
Dirigiéndose a la prensa internacional y nacional, Chaves sentenció una vez más a las personas migrantes y les advirtió que ya están los procesos de deportación iniciados «y si quieren jugar ping pong con nosotros, nosotros no vamos a tener paciencia; quien venga aquí va a respetar nuestras leyes, a nuestra Policía y a los pueblos por los cuales van a transitar».
Costa Rica es uno de los países que más migrantes ha recibido en los últimos cinco años, principalmente de Nicaragua, que han huido de la persecución y represión por parte del régimen de Daniel Ortega, y que de acuerdo con la Unidad de Refugio, de las 200 mil solicitudes que se registraron hasta noviembre del 2022, el 90% eran nicaragüenses.